En el contexto de la Conferencia Internacional de Helicópteros Militares realizada en el Reino Unido durante el pasado mes de febrero, la Real Fuerza Aérea de Canadá anunció que planea incorporar nuevos helicópteros, mismos que tendrían como principal misión brindar apoyo al despliegue de sus futuros cazas furtivos F-35A en el Ártico. Acorde a reportes de medios locales, se trataría de una inversión por más de 18 mil millones de dólares, la cuál permitiría avanzar en el reemplazo de los helicópteros CH-146 Griffon en servicio desde 1992.
Ampliando en detalles, la institución manifestó que se encuentra trabajando en la delineación de protocolos y adquisición de capacidades para responder a un potencial accidente del moderno caza de quinta generación en la mencionada región, por demás hostil en términos climáticos. Hablamos de temores que se remontan a la etapa de discusiones sobre la potencial compra del F-35, cuando en diversas ocasiones se plantearon en el Parlamento preocupaciones respecto de la llegada de una aeronave con un solo motor, considerándola una plataforma con menos fiabilidad que los actuales cazas CF-18 bimotores.
Resulta de utilidad recordar en este punto, que a pesar de dichas dudas, Canadá optó por la adquisición de una flota de 88 aviones F-35 a los EE.UU., requiriendo ello una erogación de más de 19.000 millones de dólares; con un estimado de 70.000 millones a ser invertidos a lo largo de su ciclo de vida. En la actualidad, estos elevados costes y las tensionadas relaciones con Washington han suscitado nuevos cuestionamientos respecto de la decisión, especialmente teniendo en cuenta que la sostenibilidad a largo plazo y las actualizaciones de la plataforma dependen del visto bueno de los EE.UU.
Sin embargo, retomando lo mencionado inicialmente sobre la compra de helicópteros, cabe destacar que se trataría de un plan trazado a largo plazo, considerando que durante la presentación realizada se afirmó que llegaría a concretarse a lo largo de 20 años; siendo requeridos diversos trabajos para adecuar la infraestructura del norte del país para que estos nuevos ejemplares puedan operar sin dificultades. Por lo pronto, Ottawa espera poder iniciar este mismo año las conversaciones con actores de la industria aeroespacial para conocer sus capacidades y propuestas, apuntando a lograr la capacidad operativa inicial de la nueva flota para 2033.
Durante este período, Canadá espera poder sostener a su flota de CH-146 Griffon en servicio, misma que se compone por un total de 82 ejemplares. Ello será posible principalmente a través de la contratación del fabricante de estos helicópteros, Bell Textron Canadá Limited, para brindar soporte hasta mediados de la próxima década. El contrato ya fue adjudicado en enero del 2024, invirtiéndose para dicha cuestión cerca de 2 mil millones de dólares, sumándose a los 800 millones puestos a disposición en 2022 para avanzar en las modificaciones necesarias para mantener a la plataforma actualizada.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo.
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