El Jefe de Asesores del Presidente de la Nación y Presidente del Consejo Nuclear Argentino, Demian Reidel, está a cargo del Plan Nuclear Argentino, un proyecto que busca impulsar la energía nuclear y funcionar como una plataforma de crecimiento económico sin precedentes para el país. ¿Será que entonces el Plan Nuclear Argentino es la esperanza del gobierno de Javier Milei?
El proyecto que encabeza Reidel desde el año pasado busca convertir a la Argentina en una potencia nuclear. Ante un mundo en el cual “la inteligencia artificial y los centros de datos están generando una demanda exponencial de energía”, que supondrá una mayor demanda a nivel mundial, la Argentina busca posicionarse estratégicamente.
La nueva carrera nuclear: SMR
Cabe preguntarse, ¿posicionarse para qué? La respuesta es la carrera tecnológica. Argentina busca posicionarse en la carrera tecnológica de SMR (por sus siglas en inglés “Small Modular Reactors”). Hablamos de una carrera para la generación de reactores nucleares “modulares pequeños”.
Reidel nos dice que “es una verdadera carrera por quien llega a ofrecer el primer SMR comercializable en escala”. Según el Jefe de Asesores del Presidente, la Argentina tiene una “ventaja competitiva muy grande” en la carrera tecnológica nuclear, tanto en cuanto al desarrollo de esta tecnología como en cuanto a la venta y comercialización de los reactores.
El Presidente Milei comprende la relevancia de la carrera nuclear actual y busca integrar a la Argentina a ella. En miras a esto, anunció el Plan Nuclear Argentino que busca el desarrollo de SMR en su fase 1, y piensa construir una nueva planta nuclear con la instalación de cuatro módulos ACR-300 en lo que iba a ser “Atucha III”. El objetivo es que el primer reactor esté disponible para el año 2030.

Este proyecto también busca facilitar el acceso a la energía en todo el país. Por otro lado, Reidel asegura que se disminuirán considerablemente los cortes de luz por problemas de generación. Una cuestión que estuvo en debate hace tan solo una semana, ante la magnitud de los cortes de luz que azotaron al AMBA y gran parte del país, con la ola de calor.
En una segunda fase, Reidel busca “aprovechar la comercialización de estos reactores modulares para venderlos con un compromiso de compra de uranio argentino, mineral del que tenemos cuantiosas reservas”. Esta fase es la que impulsaría a la Argentina y la posicionaría estratégicamente como un país nuclear, con capacidad y poder de desarrollo, producción y comercialización.
La misión a largo plazo del Plan Nuclear Argentino es que el mundo vea en la Argentina un lugar seguro para invertir, donde “enchufar su data center”, con aire limpio y sin combustibles fósiles. La tercera fase, llamada “Nuclear City”, mucho más idealista, es la aspiración del Gobierno Nacional. Reidel cree firmemente que este proyecto nacional puede cambiar al país para siempre y consagrar a la Argentina como una verdadera potencia nuclear.
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