Tras las recientes declaraciones de Donald Trump, Presidente de los Estados Unidos, en una conferencia de prensa, cabe preguntarse qué implicancias podría tener para la República Argentina un posible acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos.
El proyecto presenta grandes desafíos y oportunidades, especialmente para el país del Cono Sur, que de avanzar con el mismo tendría que enfrentarse a las consecuencias de sus decisiones ante el MERCOSUR, incluso considerando su salida del bloque regional.
El Gobierno Nacional, bajo el liderazgo de Javier Milei, en múltiples ocasiones definió sus prioridades e intereses como así también sus alianzas estratégicas. Estados Unidos, ahora con Donald Trump al mando, es parte de ellas. Tal es así que, de tener que elegir entre Washington y sus vecinos, sin dudarlo, Milei optaría por el primero.
A lo largo de la historia, la política exterior argentina se mueve en un péndulo entre Estados Unidos y la región. La tendencia demuestra que cuando una administración se acercó a Estados Unidos, tendió a alejarse de sus vecinos; mientras que cuando se acercó a los países regionales, se alejó del país del Norte.
El péndulo se inclina una vez más. El Gobierno Nacional busca impulsar y revitalizar la economía argentina, a través de su alianza estratégica con los Estados Unidos. ¿Lo logrará?.
Oportunidades para la Argentina
Un tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos representa una invaluable oportunidad para la República Argentina, que busca aumentar las inversiones estadounidenses en el país e impulsar las exportaciones.
La administración de Milei busca nuevas oportunidades comerciales, nuevos mercados e inversiones, aunque también anhela asegurar el acceso a la tecnología estadounidense. La cooperación que busca el Gobierno Nacional no es únicamente comercial y económica. Se reconoce que el TLC sería el inicio de un camino de cooperación e integración multidisciplinaria.
La estrategia económica argentina podría cambiar significativamente con este posible acuerdo. La Argentina podría reducir la dependencia comercial de China, diversificar su mercado de exportación e importación, obtener nuevos socios comerciales y potenciar el crecimiento económico, tan anhelado por Javier Milei.
¿Y qué pasa con el MERCOSUR?
A lo largo de los años, el MERCOSUR se ha desempeñado como un actor clave en la proyección estratégica de la Argentina. El proceso de integración económica que inició Raul Alfonsín, entonces Presidente de la República Argentina, para poner fin a la rivalidad con Brasil, irónicamente encuentra enfrentados a sus principales miembros.
Brasil, a cargo de Luiz Inácio Lula da Silva, está alineado con Beijing, y Argentina, a manos de Javier Milei, con Washington. Un bloque regional dividido y fragmentado en dos esferas de influencia global. La diferencia ideológica entre ambos mandatarios y la divergencia de las alianzas globales han sido grandes desafíos para el bloque.
Hasta el momento no era nada diferente a lo que había sucedido en otras ocasiones. Sin embargo, la posibilidad de un TLC entre la Argentina y Estados Unidos lo cambia todo.
El MERCOSUR no permite a sus Estados miembros negociar acuerdos comerciales, de carácter bilateral e individual, por fuera del bloque. Ante esta iniciativa en conjunto con Estados Unidos, la Argentina debe considerar la alternativa de abandonar el bloque sudamericano.
La posible salida de Argentina del MERCOSUR representa un gran desafío para la Nación, ya que puede perturbar y tensionar los vínculos comerciales y geopolíticos con los vecinos, especialmente con Brasil. A la vez, también es un desafío para el mismo MERCOSUR, que ante tantas tensiones y fallas sistemáticas podría desmoronarse.
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