No es ninguna novedad que, entre muchos de sus objetivos, la NASA planea enviar, en algún momento, astronautas a Marte.
Sin embargo, por el momento dicha tecnología no está desarrollada, aunque la agencia espacial ya está buscando alternativas.
Sin dudas, la más conocida es el cohete Starship de SpaceX. Pero la NASA también está experimentando con tecnologías de propulsión térmica nuclear (NTP).
En este sentido, la agencia, en colaboración con General Atomics Electromagnetic Systems (GA-EMS), recientemente logró un hito hacia el uso de cohetes NTP.
Específicamente, en el Centro de Vuelo Espacial Marshall de la NASA en Alabama, General Atomics probó un nuevo combustible de reactor NTP para averiguar si podía funcionar en las condiciones extremas del espacio.
Y, según la compañía, las pruebas mostraron que el combustible puede soportar las duras condiciones de los vuelos espaciales.
“Estamos muy alentados por los resultados positivos de las pruebas que demuestran que el combustible puede sobrevivir a estas condiciones operativas, lo que nos acerca a la realización del potencial de la propulsión térmica nuclear segura y confiable para misiones cislunares y de espacio profundo”, dijo el presidente de General Atomics, Scott Forney.

¿Qué implicaron las pruebas?
Para realizar la prueba, General Atomics tomó las muestras y las sometió a seis ciclos térmicos que utilizaron hidrógeno caliente para aumentar rápidamente la temperatura a 2.600 grados Kelvin o 4.220 grados Fahrenheit.
Cualquier combustible de propulsión térmica nuclear a bordo de una nave espacial tendría que ser capaz de sobrevivir a temperaturas extremas y a la exposición al gas hidrógeno caliente.
En esta línea, para probar cómo el combustible podía soportar estas condiciones, General Atomics realizó estudios adicionales con diferentes características de protección para obtener más datos sobre cómo las diferentes mejoras del material hicieron que el rendimiento del combustible sea más eficiente en condiciones similares a las de un reactor nuclear.
“Hasta donde sabemos, somos la primera compañía en utilizar la instalación de prueba ambiental de elementos de combustible compactos (CFEET) en NASA MSFC para probar y demostrar con éxito la capacidad de supervivencia del combustible después del ciclo térmico en temperaturas representativas de hidrógeno y tasas de rampa”, dijo Christina Back, vicepresidenta de Tecnologías y Materiales Nucleares de General Atomics.
La NASA y General Atomics probaron el combustible exponiéndolo a temperaturas de hasta 3.000 Kelvin (4.940 Fahrenheit o 2.727 Celsius), encontrando que funcionaba bien incluso en esas condiciones.
Para Back, esto significa que un sistema NTP que utilice el combustible podría funcionar de dos a tres veces más eficientemente que los motores de cohetes actuales.
¿Por qué esto es importante?
Una de las principales razones por las que la NASA quiere construir cohetes NTP es que podrían ser mucho más rápidos que las naves que usamos hoy en día.
Esto, por ejemplo, requeriría menos suministros para el viaje de los astronautas. Además, reduciría la exposición de estos a la radiación cósmica.
Tal vez te interese: Lockheed Martin Desarrollará un Cohete Espacial con Propulsión Nuclear en Colaboración con DARPA y NASA para Misiones Cislunares Rápidas y Eficientes