La generación de electricidad a partir de combustibles fósiles es responsable del 40% de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO₂). Las energías limpias, como la solar y la eólica, están ganando relevancia en los planes gubernamentales para acelerar la transición hacia fuentes de energía libres de carbono.
La energía nuclear produce alrededor del 9% de la energía eléctrica a nivel global. Los países con mayor generación son Estados Unidos, China y Francia. Los debates con relación a la energía nuclear son los ya conocidos. Una energía baja en emisiones de CO₂ pero con riesgos vinculados a las fallas en la seguridad de las centrales, los residuos radiactivos y, la no menor, proliferación de armas nucleares.
Energía nuclear para alcanzar objetivos climáticos
Entre argumentos a favor y en contra, países como China han acelerado la implementación de sus programas nucleares para alcanzar las metas de cero emisiones junto a las tecnologías renovables.
China tiene actualmente 27 reactores nucleares en construcción, de los cuales 4 fueron anunciados a principios de este año. Estos proyectos están contemplados en el plan de poner en operación 150 reactores nucleares entre 2020 y 2035. Los objetivos están acompañados por cuantiosas inversiones en tecnología nuclear que permitirán a China aumentar la generación eléctrica proveniente de la energía nuclear, que hasta la fecha representa solo el 3,8%.
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En Estados Unidos, el 19% de la generación de electricidad proviene de la energía nuclear, aunque no hay reactores en construcción, la última instalada en Georgia entró en operaciones a principios de 2024. En julio de este año, el presidente Joe Biden anunció medidas para apoyar al sector nuclear, que incluyen inversiones en tecnología para mejorar la seguridad y reducir los costos de las plantas.
Más de 10 años después del accidente nuclear en Fukushima Daiichi, países como Canadá, Corea del Sur y Japón han reactivado sus programas nucleares. Por ejemplo, Japón pondrá en funcionamiento la planta Onagawa 2 en los próximos días. A diferencia, el efecto de Fukushima también produjo que países como Alemania eliminen la generación de energía nuclear, el país europeo en 2023 cerró su última central.
Electricidad y algo más
Para el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la energía nuclear no solo es relevante en cuanto a la generación de electricidad con menos emisiones, sino en el potencial de adaptar y mitigar los efectos del cambio climático en otros ámbitos como en la seguridad alimentaria y la salud de los océanos.
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La presentación Atoms4Climate (Átomos para el Clima), durante la última Conferencia de las Partes de la de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP) reunió a los casos en los que la energía nuclear ha sido aplicada al desarrollo de fertilizantes y semillas para volver a los cultivos sostenibles y resistentes a factores climáticos. También, sobre las investigaciones que se llevan a cabo para reducir la acidificación en los océanos debido al exceso de CO₂ que se absorbe de la atmósfera.
Parte de la solución
Para el argentino Rafael Mariano Grossi, Secretario General del OIEA, la energía nuclear es parte de la solución junto a las energías renovables para reducir las emisiones de carbono y detener el avance del cambio climático. Sin embargo, las preocupaciones públicas sobre la seguridad y los riesgos asociados con la energía nuclear persisten, y será crucial observar si la crisis climática ayudará a resolver estas cuestiones con el tiempo.
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