Mientras avanza en la puesta a flote y entrada en servicio de sus nuevos submarinos de ataque clase Riachuelo de la Marina de Brasil, el gobierno brasileño viene entablando diversas gestiones para el siguiente paso del PROSUB. Así da cuentan las gestiones que la Cancillería de Brasil viene entablando con Francia, buscando un mayor apoyo y cooperación para el desarrollo del futuro submarino de propulsión nuclear Álvaro Alberto, girando en un aspecto clave como es el necesario combustible nuclear que impulsará a esta unidad.
A grandes razgos, el PROSUB ha fijado como uno de sus objetivos la construcción de cuatro nuevos submarinos de ataque diésel eléctricos. Construidos con asistencia francesa, la clase Riachuelo se basa en los submarinos Scorpene de la firma Naval Group, pero contando un desplazamiento y dimensiones mayores buscando cumplir lo requisitos de la Marina de Brasil. Al día de la fecha, las primeras dos unidades del programa sido incorporadas al servicio, sumándose la puesta a flota del tercer submarino recientemente, el Tonelero; mientras que el cuarto se encuentra en diversos grados de completamiento.
Sin embargo, el objetivo más ambicioso del PROSUB es el desarrollo y construcción de un submarino de propulsión nuclear. Denominado SN Álvaro Alberto (SN-10), este se encuentra avanzado en diversos aspectos, como la construcción del prototipo de reactor nuclear de pruebas, aunque el proyecto está rodeado de gran hermetismo.
Una de las últimas novedades provino de la Cancillería de Brasil, la cual se encuentra en tratativa con Francia para aumentar el nivel de cooperación que el país europeo puede ofrecer al programa. Así lo expresó la Cancillería brasileña para Europa y América del Norte, Maria Luisa Escorel, quien indicó que: “creemos que sí, el área del combustible es un área donde tal vez hubo resistencia en el pasado, pero hoy ya hay conversaciones sobre esta posibilidad: que Francia coopere con nosotros incluso en este aspecto a la luz de la energía nuclear, del combustible nuclear“. Añadiendo: “es un tema estratégico, sensible, delicado, pero sí, los dos países también están hablando de eso“.
Hasta la fecha, en lo referido al submarino nuclear Álvaro Alberto, el apoyo francés se basa en cuestiones al diseño del submarino, como las necesarias modificaciones del casco para alojar al futuro reactor nuclear. No obstante, el desarrollo de este, junto con otros aspectos clave como el combustible, corría cargo de Brasil, siendo un área, en cuento a su aplicación naval, que presenta desafíos para las actuales capacidades del país sudamericano.
Por lo cual, la búsqueda por parte de Brasil de una mayor cooperación de Francia podría ser un indicativo de los desafíos y dificultades que el país tiene por delante para alcanzar este hito en el transcurso de la próxima década.
*Fotografías e imágenes empleadas a modo de ilustración.
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