Luego de la política monetaria expansiva que recurrieron los bancos centrales para estimular la economía durante el Covid-19, las instituciones monetarias dieron un giro de 180° grados para aumentar las tasas de interés. El objetivo era enfriar la economía y disminuir el espiral inflacionario, que en los países desarrollados llegó a alcanzar el 10%. Este ciclo parece estar llegando paulatinamente a su fin. Sin embargo, existe mucha cautela de las autoridades monetarias para generar cambios en sus políticas. Los conflictos internacionales en Europa y Medio Oriente, y sus impactos en la economía global dificultan las proyecciones a futuro. Aun así, las economías desarrolladas de Japón, Estados Unidos e Inglaterra realizarán cambios durante el 2024.
Japón
El Consejo de Política Monetaria del Banco de Japón, compuesto por 9 miembros, votó una serie de modificaciones en su política monetaria. En su comunicado, argumentan que la política de expansión cuantitativa, el control de la curva de los tipos de interés y las tasas negativas fueron efectivas y justifican un cambio rotundo en la tasas de interés.
La primera de dichas medidas fue establecer la tasa de interés entre el 0% y el 0,1%, terminando con las tasas negativas que fueron establecidas en el 2007. El objetivo de las tasas negativas es que los bancos resguarden menos dinero en reservas, y lo utilicen para estimular la economía. Mientras los bancos centrales las aumentaban post-Covid para frenar la inflación, Japón era la excepción manteniéndolas negativas.
Con base en los datos de Nikkei Asia, la inflación núcleo de Japón se mantuvo por encima del 2% por 23 meses. En enero fue del 2% y en febrero del 2,8%. Esto genera un recalentamiento de la economía que impulsa la medida del Banco de Japón. Por otro lado, las empresas japonesas están generando aumentos de salarios, que impactará en el consumo y el índice de inflación.
El impacto de la medida, a pesar de ser contractiva, terminó generando efectos contradictorios. Los índices de acciones del Nikkei (el mercado de valores japonés) aumentaron, las tasas de interés se redujeron y el yen se depreció frente al dólar. Este comportamiento se debe analizar junto a la segunda medida del Banco de Japón: dejará de utilizar el control de la curva de tipos a 10 años. Este objetivo de tasa de interés permite informar al mercado las intervenciones del Banco para asegurar un precio de los bonos proyectado a 10 años. Aun así, si es necesario, el Banco intervendrá en el mercado de bonos inyectando liquidez para mantener los tipos de interés a largo plazo.
Estados Unidos
La Reserva Federal de los Estados Unidos comunicó que mantendrá las tasas de referencia entre el 5,50% y el 5,25%. Lo interesante del caso estadounidense es que las expectativas de crecimiento de la Reserva Federal se actualizaron hacia arriba. En diciembre se proyectó un crecimiento para el 2024 del 1,4%, pero las proyecciones actuales establecen que EE UU crecerá un 2,1%. Por otro lado, las proyecciones de desempleo para 2024 sigue estabilizado en el 4% (con un objetivo establecido del 3,9%) y la inflación en una trayectoria descendente.
Esta mejora de la performance de la economía estadounidense genera cautela en la política monetaria de la Reserva Federal. Aun así, se esperan tres bajas en la tasa de interés durante este año. Nuevamente, debemos observar cómo sigue la trayectoria de la inflación, los indicadores de producción y del mercado laboral para determinar el ritmo de la baja de las tasas.
A los indicadores económicos debemos sumar los recientes sucesos internacionales que presionan los precios internos de los EE UU. La energía y la agricultura por la guerra ruso-ucraniana sumado a los impactos negativos por las crisis logísticas en el Mar Rojo hacen que la inflación de productos importados pueda incrementarse. Además, las elecciones presidenciales influyen en el cómo y cuándo anunciará la Reserva Federal la baja de las tasas de interés.
Inglaterra
El descenso de la inflación al 3,4% interanual allanó el terreno para la baja de las tasas de interés del Banco de Inglaterra. Con la posibilidad que en el segundo semestre la reducción de la inflación sea más abrupta, la autoridad monetaria inglesa decidió bajar la tasa de interés del 5,50%.
El mercado inglés reaccionó con una suba del 1,4% del índice de acciones FTSE inglés. Por su parte, la libra esterlina se depreció frente al dólar, en gran parte por los anuncios del crecimiento económico estadounidense y el mantenimiento por mayor tiempo de su tasa de interés. En cambio, se espera que a mitad de año el Banco de Inglaterra reduzca la tasa por la menor inflación.
A diferencia del escenario estadounidense, hay preocupaciones acerca de la inflación en el sector de servicios según el Financial Times. En dicho sector la inflación está cerca del 6%, por lo que el Banco de Inglaterra seguirá de cerca el impacto de la medida.
En la arena política, la posición del Partido Conservador del Primer Ministro Rishi Sunak,es bajar la tasa de interés para estimular la economía con las elecciones generales en el horizonte. Recordemos que en enero del 2025 se realizarán los comicios, y las encuestas sitúan al Partido Laborista como ganador. Por ello, los conservadores ven con buenos ojos la baja de las tasas en el segundo semestre del 2024 y cumplir la meta del 2% de inflación.
Los 3 casos muestran los cambios en la política monetaria a nivel global. En Japón las autoridades monetarias dejan atrás su ciclo histórico de tipos de interés negativos. Por otro lado, en los próximos meses tanto la Reserva Federal estadounidense, como el Banco de Inglaterra reducirán sus tipos de interés en pos de no enfriar demasiado sus economías.
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