El creciente interés de China en el Ártico ha puesto en evidencia la necesidad de fortalecer las capacidades estadounidenses en esta zona, donde la principal preocupación del Pentágono radica en la insuficiencia de plataformas navales y sistemas de mando, control, comunicaciones, computación, inteligencia, vigilancia y reconocimiento (C4ISR) bajo la responsabilidad del Comando Norte de Estados Unidos (USNORTHCOM) para garantizar un monitoreo efectivo.
El área de responsabilidad (AOR) del USNORTHCOM abarca el territorio continental de Estados Unidos, Alaska, Canadá, México y las aguas adyacentes hasta unas 500 millas náuticas. Sin embargo, la vigilancia y patrullaje de esta vasta región depende en gran medida de los recursos de la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG), que cuenta con una flota limitada de rompehielos.

Actualmente, solo dos rompehielos están asignados a operaciones en el Polo Norte: el Storis (anteriormente el Aiviq, de una subsidiaria de Edison Chouest Offshore) y el Healy. Mientras tanto, China despliega tres buques especializados en clima frío en el Ártico: el Xue Long, el Xue Long 2 y el Zhong Shan Da Xue Ji Di.
En una audiencia ante el Comité de Fuerzas Armadas del Senado, el general Gregory Guillot, comandante de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en el Norte, advirtió sobre la desventaja operativa estadounidense en la región. “Estamos completamente superados en número en cuanto a rompehielos”, afirmó.

El senador Dan Sullivan destacó la necesidad de incrementar las inversiones militares en Alaska, dado el aumento de la presencia de Rusia y China en la región. En paralelo, Rusia opera tres rompehielos de propulsión nuclear: el Arktika, el Sibir y el Ural. Según Guillot, las incursiones de bombarderos y buques rusos en el AOR del Norte han alcanzado niveles comparables a los previos a la invasión de Ucrania.
Limitaciones de la flota estadounidense en la región
El Healy, en servicio desde 1997, ha sido el único buque de la Guardia Costera de Estados Unidos destinado al Ártico durante casi 15 años, desde que el Polar Sea fue retirado en 2010 por fallas mecánicas. Sin embargo, este recurso es insuficiente. En 2023, el Healy sufrió un incendio eléctrico durante una patrulla en el norte de Alaska, lo que obligó a su regreso a Seattle y dejó a la Guardia Costera sin activos operativos en el Ártico durante el verano.
Para compensar la escasez de unidades, el servicio adquirió el Storis dentro del programa de Rompehielos Polares Domésticos Comercialmente Disponibles (CAPI). Sin embargo, esta plataforma presenta problemas estructurales y mecánicos, lo que limita su utilidad. Su sistema de propulsión de accionamiento directo es menos eficiente y más propenso a fallas en comparación con los sistemas diésel-eléctricos de otros rompehielos estadounidenses.

El programa de Cortadores de Seguridad Polar (PSC), lanzado en 2013 con el objetivo de incorporar nuevos buques a la flota, ha sufrido múltiples retrasos. La entrega del primer rompehielos estaba prevista para 2024, pero se ha pospuesto hasta 2029. “Los rompehielos son una infraestructura esencial en el Ártico, y actualmente estamos por detrás de donde deberíamos estar”, advirtió el senador Angus King.
Deficiencias en el C4ISR del USNORTHCOM
Las capacidades de vigilancia de Estados Unidos en el Ártico han sido cuestionadas, especialmente tras la detección de un globo de vigilancia chino que sobrevoló Alaska y el territorio continental estadounidense en 2023. Este incidente puso en duda la eficacia del C4ISR del USNORTHCOM para detectar amenazas en la región polar.
El general Guillot enfatizó la necesidad de mejorar la capacidad de reconocimiento a larga distancia. Para ello, el Departamento de Defensa ha puesto en marcha iniciativas para modernizar la infraestructura de alerta aeroespacial y marítima del Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD). Algunas de estas capacidades datan de la Guerra Fría, lo que resalta la urgencia de su actualización.

El plan de modernización contempla el despliegue de radares sobre el horizonte y capacidades de vigilancia multidominio, incluyendo tecnologías satelitales y submarinas. Para el año fiscal 2025, el Pentágono planea invertir en el Sistema de Alerta del Norte (NWS), la Recapitalización del Sistema Polar Mejorado (EPS-R) y los Sistemas de Alerta de Misiles Basados en el Espacio.
“Contar con una red de conciencia del dominio en capas, desde el lecho marino hasta el espacio, es fundamental para detectar y rastrear amenazas que se aproximan a América del Norte. No se puede derrotar lo que no se puede ver”, concluyó Guillot.
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