El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que podría imponer nuevas sanciones económicas a Rusia tras una ofensiva intensificada contra la infraestructura de Ucrania. A través de su cuenta en Truth Social, Trump señaló que está considerando sanciones bancarias y aranceles a gran escala contra Moscú hasta que se alcance un alto el fuego y un acuerdo de paz definitivo.
El mensaje del mandatario se produjo después de un ataque masivo con misiles y drones rusos que golpeó el sistema energético ucraniano, dejando al menos 10 heridos, incluidos menores de edad. El ministro de Energía de Ucrania, Herman Halushchenko, denunció que los ataques buscan paralizar el suministro eléctrico y someter a la población a condiciones extremas, una estrategia que Moscú ha utilizado desde el inicio del conflicto.

Las declaraciones de Trump llegan en un contexto de redefinición de la política estadounidense hacia Kiev. La semana pasada, la Casa Blanca suspendió temporalmente el intercambio de inteligencia con Ucrania, una medida que interrumpió un flujo clave de información sobre movimientos de tropas y lanzamientos de misiles rusos.
Fuentes de la administración estadounidense señalaron que esta decisión forma parte de una revisión más amplia de la relación bilateral, en la que se evalúa la continuidad del respaldo estratégico a Ucrania. El asesor de seguridad nacional Mike Waltz indicó que Washington está reconsiderando “todos los aspectos de esta relación”, mientras que funcionarios sugieren que la suspensión del intercambio de inteligencia podría revertirse en función del avance de las negociaciones entre Trump y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
En este marco, Arabia Saudita será la sede de una serie de reuniones entre representantes estadounidenses y ucranianos para discutir el futuro de la cooperación militar y un posible camino hacia un acuerdo de paz con Rusia.

La reciente postura de Trump refleja un enfoque más transaccional en la política exterior de Estados Unidos, en el que la continuidad del apoyo a Ucrania depende de una evaluación estratégica de costos y beneficios. Esto ha generado incertidumbre en Kiev y entre los aliados europeos, que consideran la inteligencia estadounidense un recurso fundamental para la defensa ucraniana.
Mientras que algunos analistas ven la suspensión del intercambio de datos como un riesgo para la estabilidad de Ucrania, otros la interpretan como una medida de presión para que Zelenski explore opciones diplomáticas con Moscú. En cualquier caso, el escenario actual deja a Ucrania en una situación compleja, librando una guerra sin el mismo nivel de asistencia táctica que ha recibido desde el inicio del conflicto.
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