La reciente llegada del portaaviones de EE.UU. USS Carl Vinson a Corea del Sur ha desatado una nueva ola de tensiones en la península coreana. El despliegue del buque estadounidense en la base naval de Busan ha sido interpretado por Pyongyang como una provocación, lo que ha llevado a la hermana del líder norcoreano, Kim Yo Jong, a advertir sobre una inminente intensificación de la disuasión estratégica del país.
Respuesta de Pyongyang ante la presencia militar estadounidense
Kim Yo Jong, figura clave dentro del régimen norcoreano, declaró que si Estados Unidos continúa con la “demostración de fuerza” en la región, Corea del Norte se verá obligada a reforzar su capacidad nuclear. Según informó la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA), la dirigente acusó a Washington de convertir el despliegue de activos estratégicos en la península en un “hábito vicioso” que afecta la seguridad norcoreana.

Pyongyang advirtió que no se debe subestimar “su voluntad y capacidad” y calificó las maniobras de EE.UU. y Corea del Sur como “acciones peligrosas”. Además, subrayó que la política nuclear del país está plenamente justificada ante las amenazas que percibe tanto en el presente como en el futuro.
El USS Carl Vinson y el refuerzo de la disuasión ampliada
El USS Carl Vinson, un portaaviones de propulsión nuclear de la clase Nimitz, arribó a Corea del Sur como parte de la estrategia de disuasión ampliada de Estados Unidos. Esta es la primera visita del buque a la región desde noviembre de 2023 y se produce en un contexto de crecientes pruebas armamentistas por parte de Pyongyang.
La llegada del portaaviones ocurre apenas cuatro días después de que Corea del Norte realizara su cuarta prueba de misiles en lo que va del año. Expertos han interpretado estos ejercicios como una respuesta directa al refuerzo de la presencia militar estadounidense en la zona.
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