La Casa Blanca reveló el primer envío de ayuda militar a Ucrania en lo que va de año, poniendo fin a más de tres meses sin poder reemplazar las armas enviadas a Kiev. El asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, informó que Estados Unidos desembolsará 300 millones de dólares encontrados de manera inesperada en ahorros al comprar suministros para las fuerzas ucranianas.
Este nuevo paquete de asistencia financiará municiones, misiles antiaéreos, armas antitanque y cartuchos de artillería, incluyendo para el temido Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS). “Esta munición mantendrá los cañones ucranianos disparando durante un tiempo, pero sólo durante un corto período”, advirtió Sullivan durante una sesión informativa.
El Departamento de Defensa se había quedado sin fondos para reemplazar lo enviado a Ucrania a finales del año pasado, viéndose obligado a buscar alternativas para apoyar el esfuerzo bélico de Kiev. Entre las opciones barajadas se encontraban la transferencia de armas por parte de otros países para que Washington las reemplace, desviar armas incautadas a contrabandistas iraníes e incluso utilizar los últimos 4.000 millones de dólares restantes para armar a Ucrania, aunque esta última opción mermaría peligrosamente los arsenales estadounidenses.
Según un funcionario que informó a los periodistas, esta opción no se está considerando por el momento. “No estamos considerando ningún otro paquete de reducción en este momento”, afirmó.
La compensación del Pentágono por esta ayuda es, en cierto modo, una señal de la delicada situación en Ucrania. Desde el otoño pasado, la administración ha solicitado al Congreso una inyección masiva de fondos para respaldar a Ucrania, Israel y sus socios en la región del Pacífico. Si bien el Senado aprobó una versión de ese proyecto de ley a principios de año, la Cámara de Representantes aún no lo ha hecho y no lo considerará hasta después de aprobar sus proyectos de ley de gastos anuales, que llevan mucho tiempo aplazados.
Mientras tanto, Ucrania ha perdido territorio. Rusia tomó la ciudad oriental de Avdiivka en febrero, y en algunas partes de la línea del frente, las fuerzas rusas pueden disparar entre ocho y diez proyectiles de artillería por cada uno que devuelve el ejército ucraniano, según declaraciones del Ministro de Defensa lituano, Arvydas Anušauskas, a Defense News.
El Pentágono ya había encontrado ahorros de este tipo con anterioridad, explicaron dos funcionarios de defensa estadounidenses. Alrededor del 6% de todo el dinero que el Congreso aprobó para Ucrania en los dos últimos años acabó siendo reembolsado, detalló el primer funcionario, añadiendo que antes se notaba menos porque los demás fondos no se habían agotado.
Como ejemplos, el segundo funcionario mencionó munición de 25 mm y Vehículos Tácticos Ligeros Conjuntos, en los que el Pentágono pudo negociar precios más bajos al comprar en grandes cantidades o con los proveedores, liberando así más dinero para compensar la ayuda a Ucrania.
No obstante, el Departamento de Defensa aún tiene una factura mucho mayor, de 10.000 millones de dólares, por otras armas entregadas a Kiev en los dos últimos años. Este costo resulta de haber subestimado cuánto costaría reemplazar lo donado a Ucrania. Cuando comenzó la invasión rusa a gran escala en febrero de 2022, Estados Unidos asumió que los reemplazos costarían un 10% más, pero en la segunda mitad del año pasado se dio cuenta de que el aumento real era de alrededor del 20%.
De ahí que los líderes del Pentágono hayan estado suplicando al Congreso que apruebe el proyecto de ley de gastos suplementarios. Este nuevo paquete de 300 millones, advirtió Sullivan, podría durar solo dos semanas debido a la intensa demanda de armamento en el frente ucraniano.
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Fuente: Defense News.
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