Con el comienzo de la segunda administración de Donald Trump, el Pentágono está experimentando una transformación en su enfoque estratégico. Un grupo de funcionarios, conocidos como “restringentes” o “priorizadores”, está ganando protagonismo y cuestionando las políticas de defensa tradicionales de Estados Unidos.
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En este sentido, analistas de Military Times, explican que estos funcionarios sostienen una visión de que el Ejército estadounidense está sobrecargado en regiones como Europa y Oriente Medio. Por esta razón, abogan por una redistribución de recursos hacia áreas de mayor interés estratégico, como Asia, para contrarrestar la creciente influencia de China.
Elbridge Colby, nominado para dirigir la política del Pentágono, es una de las figuras destacadas de este grupo. En una publicación en X, Colby afirmó: “Nuestro establishment moralista nos ha llevado al borde de la Tercera Guerra Mundial, a un ejército debilitado y sobrecargado y a la desindustrialización. Necesitamos desesperadamente un cambio”. Esta postura refleja una crítica directa al consenso de Washington en materia de política exterior y una llamada a reevaluar las prioridades estratégicas de la nación.
Cambio de rumbo en la política exterior republicana tradicional
Este cambio de enfoque representa un cambio notable de la política exterior republicana tradicional, que anteriormente apoyaba intervenciones militares en el extranjero, como las guerras en Irak y Afganistán. Ahora, con la influencia de los “restringentes”, hay una creciente inclinación hacia una postura más cautelosa y selectiva en el uso de la fuerza militar. Este grupo enfatiza la necesidad de que los aliados asuman una mayor responsabilidad en su propia defensa, especialmente en Europa y Oriente Medio.
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La concentración de estos funcionarios en el Pentágono podría generar tensiones con otros miembros de la administración que favorecen una postura más intervencionista. Analistas y funcionarios señalan que el grupo que prevalezca en este debate interno podría provocar un cambio radical en la forma en que Estados Unidos utiliza su poder militar y en qué ámbitos.
¿Trump busca un cambio profundo en toda la política estadounidense?
Brad Bowman, experto en política de defensa en la Fundación para la Defensa de las Democracias, comentó a Military Times: “Estamos viendo claramente una lucha por el corazón y el alma del Partido Republicano”. Este cambio en la política de defensa también se enmarca en una tendencia más amplia de la política exterior de Trump, caracterizada por el unilateralismo y la confrontación.
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Desde su primer mandato, Trump retiró a Estados Unidos de varios acuerdos y organismos internacionales, como el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y el Acuerdo Climático de París. Pero lo cierto es que esta segunda administración está presenciando un cambio significativo en su enfoque en áreas estratégicas como defensa, impulsado por funcionarios que abogan por una reevaluación de las prioridades estratégicas y una mayor cautela en el uso del poder militar.
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