El flamante secretario de Estado, Marco Rubio, confirmó recientemente que asumirá el rol de administrador interino de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), lo que marca la integración de esta agencia dentro del Departamento de Estado. A su vez, este anuncio se produjo poco después de que Elon Musk, designado por Donald Trump para reformar el gobierno federal, dentro del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), afirmara que el mandatario había aprobado el cierre de USAID.
La decisión de integrar USAID dentro del Departamento de Estado ha generado una reacción inmediata dentro de la agencia, con su sede en Washington, cerrando sus puertas y sus empleados con instrucciones de trabajar de forma remota. Además, los logotipos, fotografías y material institucional fueron debidamente retirados de las oficinas, mientras que el sitio web y las redes sociales de la agencia desaparecieron, reemplazadas por una versión reducida en el portal del Departamento de Estado.
Las razones detrás del cierre de USAID
El anuncio ocurre en un contexto de reformas impulsadas por Trump y Musk, quienes argumentan que USAID se había convertido en un organismo partidista, aunque los demócratas rechazan esta afirmación, sosteniendo que el presidente no tiene autoridad para desmantelar la agencia sin la necesaria aprobación del Congreso. En una conferencia de prensa en la Base Conjunta Andrews, Trump declaró que la agencia ha sido dirigida por “extremistas” y que su administración se encuentra trabajando en una reestructuración completa antes de tomar una decisión definitiva sobre su futuro.
El cierre de USAID y la suspensión de la ayuda militar al extranjero por 90 días, ordenada previamente por Trump, han dejado a numerosos empleados en incertidumbre, sobre todo a los contratistas que se encontraban en misión en el extranjero, quedando varados sin información sobre cómo regresar, mientras otros trabajadores, tanto en Estados Unidos como en distintas sedes internacionales, han perdido acceso a sistemas y correos electrónicos.
La suspensión de la ayuda al desarrollo ha generado preocupación a nivel internacional, especialmente en América Latina, una de las regiones que recibía constante financiamiento de USAID para programas de derechos humanos, seguridad, migración y desarrollo económico. Según expertos, el recorte podría afectar la estabilidad de diversos proyectos, desde iniciativas de salud hasta apoyo a organizaciones de la sociedad civil, aunque, a pesar de la incertidumbre, algunos empleados de USAID han prometido continuar su labor en medio de la crisis institucional. Sin embargo, el futuro de la agencia y de sus programas sigue siendo incierto.
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Fuente: CNN Edition / BBC