Durante el Foro Económico Mundial en Davos, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, destacó que la guerra nuclear ya no es el único riesgo existencial para la humanidad. En su lugar, el cambio climático y la expansión de la inteligencia artificial (IA) representan amenazas tanto a corto como a largo plazo. Además, dirigiéndose a los líderes gubernamentales y empresarios, expresó que se encuentran del lado equivocado de la historia y de la ciencia.
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A la amenaza de una IA “sin control”, se suma el problema ambiental. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) identifica los peligros inherentes al avance de la IA, tales como el consumo de energía, el uso de recursos naturales escasos como el agua, y los componentes y desechos tecnológicos. Aunque existen iniciativas como Climate Trace, que utiliza IA para monitorear las emisiones de carbono a nivel global, recientes estudios cuestionan la alineación de los desarrollos de IA con la Agenda 2030.
Consumo de Energía
La irrupción de Deep Seek en el ámbito de las grandes empresas tecnológicas dedicadas al desarrollo de IA pone énfasis en la competencia por la expansión de funciones y el aumento de la capacidad de almacenamiento y procesamiento de datos. En este sentido, los centros de datos y sistemas tecnológicos de la IA demandan grandes cantidades de energía. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), una consulta de ChatGPT podría consumir diez veces más energía que una búsqueda en Google.
En el mismo informe de la AIE, publicado en 2024, se estima que para 2026 el consumo de electricidad de los centros de datos podría superar los 1.000 teravatios hora (TWh), equivalente al consumo eléctrico de Japón. En 2022, los centros de datos consumieron 460 TWh. En cuanto a los centros de mayor consumo, se encuentran en Estados Unidos, China y Europa. En el caso de China, que representa actualmente el 10 % de los centros de datos a nivel global, se prevé que, debido a la rápida expansión, el consumo de energía alcance los 300 TWh para 2026 y los 400 TWh para 2030.
Consumo de Agua
Ante el calor generado por estos centros, se necesita agua para sus sistemas de refrigeración, en muchos casos, agua dulce. En Estados Unidos, que alberga el 33 % de los centros de datos globales, estudios publicados por la Sociedad Estadounidense de Ingenieros Civiles (ASCE, por sus siglas en inglés) revelan que el 20 % de los centros extraen agua de cuencas hidrográficas, de forma directa o indirecta.
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Además, estos centros pueden generar un impacto negativo sobre la disponibilidad de agua en las localidades donde se instalan. Por ejemplo, en 2023, tras una demanda legal en la ciudad de The Dalles, Oregón, se dio a conocer que un centro de Google había consumido más de 355 millones de galones de agua en 2021, lo que representó más de una cuarta parte del consumo anual de agua de la ciudad. Sin embargo, el estudio también señala que es difícil llevar a cabo una investigación detallada sobre el tema debido a la falta de datos respecto de la huella hídrica.
Según un estudio de la Universidad de California, Riverside, se espera que para 2027 la demanda de IA podría representar entre 4.200 y 6.600 millones de metros cúbicos de extracción de agua. Esto, en un contexto de estrés hídrico global y con un aumento de la demanda de agua potable que podría incrementar la brecha con la oferta hasta un 40 % para 2030.
Materia Prima y Desechos
De acuerdo con el PNUMA, para fabricar una computadora de aproximadamente 2 kg se requieren cerca de 800 kg de materias primas. Los componentes tecnológicos de la IA utilizan metales y minerales que incrementan la demanda, especialmente de los minerales críticos que no pueden ser sustituidos, y contribuyen a la demanda de las tecnologías renovables necesarias para la transición energética.
A su vez, según un informe de Nature Computational Science, debido a la aceleración y la competencia tecnológica, la IA generativa podría agregar hasta 5 millones de toneladas métricas de desechos electrónicos para 2030. Estos desechos, compuestos por hardware de alto rendimiento (procesadores, módulos de memoria y dispositivos de almacenamiento), se descartan al final de su vida útil, junto con minerales y metales, incluidos algunos peligrosos como plomo y mercurio, los cuales, sin tratamiento adecuado, contaminan el suelo, el aire y el agua.
Informe de Seguridad
El Informe Científico Internacional sobre la Seguridad de la Inteligencia Artificial Avanzada, publicado recientemente, indica que la IA contribuye de forma moderada, pero de rápido crecimiento, a los impactos ambientales globales. Sin embargo, advierte sobre la falta de transparencia institucional en relación con los datos y la creciente competencia que dificulta a las empresas cumplir con los objetivos ambientales.
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