Siguiendo lo adelantado por el Comandante de las Fuerzas Aeronavales de la Armada de Estados Unidos, Vicealmirante Daniel Cheever, el nuevo drone de reabastecimiento Boeing MQ-25A Stingray realizará su primer prueba de vuelo desde un portaaviones durante el próximo año 2026. Esta noticia fue revelada por el alto mando durante la conferencia WEST 2025 organizada conjuntamente por el Instituto Naval de EE. UU. y AFCEA.
En el año 2018 la propuesta de Boeing fue seleccionada para la fabricación de los primeros cuatro prototipos del vehículo aéreo no tripulado MQ-25A Stingray, enfocado en misiones de reabastecimiento en vuelo operando desde la cubierta de portaaviones de los Estados Unidos. Al contrato de dicho año, por valor de USD 805 millones, se le sumió otro por USD 84.7 millones para la construcción de tres UAV adicionales. Fijando de este modo poder contar de cara al futuro con una flota de hasta 76 unidades en servicio.
A lo largo del año 2021, el MQ-25A Stingray fue completando diversos hitos. Desde su operación en la cubierta de vuelo del portaaviones USS George H.W. Bush, hasta la realización de las maniobras de reabastecimiento con diversas aeronaves de la US Navy. Como dieron cuenta las pruebas que involucraron a cazas F-35 y aviones de alerta temprana E-2D Hawkeye. Sin embargo, a lo largo del año 2022 las novedades sobre el proyecto escasearon, lo que llevó a que los planes de la Armada de realizar los primeros despliegues operaciones desde USS Theodore Roosevelt (CVN-71) en el 2025 se retrasaran. Ya para abril del 2023, esta última noticia fue más que confirmada, dejando para el 2026 su Capacidad Operativa Inicial y por ende la entrada en servicio.
Ahora, y varios años después, la Armada de EE.UU. vuelve a tener un horizonte más claro del proyecto. Con la idea de que el drone MQ-25A permita a los aviones operar a 500 millas náuticas del portaaviones y transporten hasta 15.000 litros de combustible, el contralmirante Keith Hash, comandante de la división de armas del Centro de Guerra Aérea Naval, durante la conferencia WEST afirmó “El MQ-25 es absolutamente el esfuerzo de la Armada para demostrar que se puede llevar una plataforma no tripulada a un portaaviones”.
El responsable de la aviación naval además destacó que su enfoque principal es la misión de reabastecimiento del drone MQ-25A, aunque reconoció que la plataforma tiene potencial para otras funciones. Por otro lado, este nuevo desafío también determinará cómo operará el MQ-25A dentro del ala aérea, qué sistemas incorporará en el futuro y qué nuevos roles podría asumir con el tiempo, explicó Hash.
Por último, funcionarios y referentes de la aviación naval apuntaron a que el trabajo de integración del MQ-25A permitirá la incorporación de otros tipos de aeronaves en portaaviones, como aviones de combate que pueden complementar a los cazas tripulados con capacidad de transporte de armamento adicional, siendo el futuro de la cooperación entre aeronaves tripuladas y no tripuladas.
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