Canales pro-rusos en Telegram afirman que Israel inició la transferencia de armamento y munición de origen soviético y ruso a Ucrania. La noticia trascendió luego de que se registraran vuelos de aviones de transporte de la Fuerza Aérea de EE.UU. desde la base aérea de Ramstein, en Alemania, a la base aérea de Hatzerim en Israel y luego a Rzeszów en Polonia.
El registro de estos vuelos, que presumiblemente iniciaron el puente aéreo para la transferencia de armamento ruso capturado por Israel a Hamás y Hezbolá, se realizó a través de aplicaciones de trackeo online. Pese a que no trascendieron datos adicionales que permitan confirmar lo planteado por los canales pro-rusos, lo llamativo de estos vuelos fue su destino final: el aeropuerto de Rzeszów, uno de los centros logísticos más importantes que dispusieron los aliados para asistir a Ucrania.
Este movimiento aéreo se dio luego de que la embajada de Ucrania agradeciera a Sharren Haskel, viceministra de Asuntos Exteriores de Israel, por elevar una solicitud ante parlamento israelí para que aprobara el envío de armas capturadas de origen soviético y ruso a Ucrania. Desde la embajada ucraniana expresaron oportunamente que “…Se destaca que esta iniciativa sería un paso importante en el reconocimiento de las amenazas comunes que enfrentan ambos países. La parte ucraniana expresó su esperanza de una solución positiva a este problema…”.
Sin embargo, desde diversos sectores coinciden que Israel mantendría su postura neutral ante el conflicto ucraniano, pese a los constantes requerimientos realizados por Kyiv a Tel Aviv para contar con la luz verde para la transferencia o venta de armamento de origen israelí. El portal Time of Israel concluyó hace unos días que “…Los sucesivos gobiernos israelíes se han negado a enviar armas a Ucrania durante la guerra, buscando mantener relaciones delicadas pero tensas con Moscú, y a pesar de la propuesta de Haskel, no hay indicios de que la política vaya a cambiar…”.
En sus campañas libradas contra Hamás y Hezbolá, las Fuerzas de Defensa de Israel capturaron grandes cantidades de armamento, equipamiento y municiones de origen soviético y ruso, material que podría ser de gran utilidad para Ucrania, país que se encuentra librando desde hace casi tres años una guerra de alta intensidad contra Rusia. La transferencia de estos stock capturados por Israel no cambiarían el rumbo del conflicto ucraniano, pero sin duda servirían como un suplemento para sus arsenales, así como una señal a Moscú.
De acuerdo con diversos informes, alrededor del 60 por ciento de las armas capturadas por las Fuerzas de Defensa de Israel durante la lucha contra Hezbolá en el Líbano en 2024 fueron fabricadas por la Unión Soviética y Rusia. Gran parte de este material perteneció inicialmente a las Fuerzas Armadas de Siria, desconociéndose como terminó en manos del grupo terrorista libanés.
El stock de armamento soviético y ruso en manos de Israel, de entregarse a Ucrania, permitiría incorporar desde misiles anti-tanque, a fusiles de francotiradores, cohetes anti-blindaje y munición de todo tipo. El paquete también podría incluir equipo de origen iraní, el cual ya fue utilizado por las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Consultado por el Times of Israel, el ex embajador israelí en Rusia, Arkady Mil-Man, manifestó al portal que Israel debería ser “más asertivo y defender sus intereses” ante Moscú. “…Debemos explicar y transmitir a los rusos que ya no toleraremos ninguna ayuda a Hezbolá e Irán que pueda perjudicar a los israelíes…”, afirmó Mil-Man.
Por su parte, Carmelit Valensi, investigadora senior del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional, también subrayó que Israel debe “desestresarse” respecto de su enfoque equilibrado, ya que las poderosas capacidades rusas están “causando bajas” en el terreno en el sur del Líbano.
Imagen de portada ilustrativa. Créditos: FDI
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