En un esfuerzo por reforzar las medidas de seguridad en la frontera sur de Estados Unidos, el presidente Donald Trump ordenó el despliegue de 1.500 soldados adicionales, según informó el miércoles el secretario de Defensa interino, Robert Salesses. Este contingente incluye 1.000 soldados y 500 infantes de marina que trabajarán en coordinación con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en ciudades estratégicas como El Paso, Texas, y San Diego, California.
“En breve, [el Departamento de Defensa] desarrollará y ejecutará misiones adicionales en cooperación con el DHS, agencias federales y socios estatales para abordar la gama completa de amenazas descritas por [el presidente] en las fronteras de nuestra nación”, declaró Salesses. Además, un comunicado oficial del Departamento de Defensa de Estados Unidos indica: “El presidente Trump ordenó al Departamento de Defensa que tomara medidas para asegurar las fronteras de nuestro país y dejó en claro que espera resultados inmediatos. Eso es exactamente lo que están haciendo nuestras fuerzas armadas bajo su liderazgo”.
De acuerdo a lo detallado, las tropas tendrán tareas de apoyo logístico, como la construcción de barreras temporales, monitoreo fronterizo y mantenimiento de equipos en la zona. Un alto funcionario militar, que habló bajo condición de anonimato con el medio Military Times, señaló que las primeras operaciones comenzarán en un plazo de 24 a 48 horas, acompañadas del uso de drones, helicópteros y aeronaves de transporte.
En este sentido, el despliegue militar forma parte de una estrategia más amplia de la administración Trump para combatir lo que considera una “invasión” en la frontera de Estados Unidos con México, derivada de la migración ilegal y el narcotráfico. Además, el Departamento de Defensa iniciará vuelos de deportación para 5.000 inmigrantes detenidos en El Paso y San Diego, aunque los lugares de destino todavía no fueron especificados.
Estrategia agresiva de Trump para abordar la seguridad fronteriza
Estas medidas buscan reforzar el estado de emergencia en la región, declarado – y firmado – por Trump durante su acto de asunción el lunes 20. Pero la política de utilizar al ejército en la frontera no es nueva: durante su primer mandato, el magnate republicano ordenó el envío de más de 5.000 tropas activas en respuesta a caravanas de migrantes que avanzaban desde Centroamérica. Sin embargo, el reciente despliegue también se enmarca en una revisión más amplia del Comando Norte (NORTHCOM), que tiene 30 días para actualizar sus planes para abordar actividades delictivas relacionadas con la frontera, incluyendo tráfico humano y narcóticos.
Por otro lado, la posible invocación de la Ley de Insurrección, una legislación de más de 200 años, también se destaca entre las medidas más controvertidas evaluadas por la administración de Trump. Esta ley permitiría un mayor uso de las Fuerzas Armadas dentro del territorio estadounidense, aunque no se utiliza desde los disturbios de Los Ángeles en 1992.
Te puede interesar: Trump suspende la ayuda exterior 90 días – ¿Impacto en la guerra en Ucrania?
Fuente: Military Times