Al menos 77 personas murieron en Gaza durante ataques aéreos israelíes en la noche del jueves, apenas unas horas después del anuncio de un acuerdo de alto el fuego mediado por Qatar, Egipto y Estados Unidos. Este pacto busca poner fin a 15 meses de un conflicto entre Israel y Hamás.
El acuerdo, cuya implementación está programada para el domingo, establece un cese inicial de seis semanas, la retirada progresiva de las fuerzas israelíes de Gaza y un intercambio de rehenes por prisioneros. Además, allana el camino para aumentar la ayuda humanitaria en el enclave, donde más del 70% de la población ha sido desplazada, según datos de la ONU. Sin embargo, las tensiones entre ambas partes amenazan con retrasar su aplicación.
Aunque el acuerdo fue recibido con esperanza por muchos palestinos, su implementación todavía enfrenta múltiples obstáculos. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, retrasó una reunión clave del gabinete de seguridad, alegando que Hamás presentó demandas de último minuto.
Mientras que, por su parte, Izzat el-Reshiq, un alto funcionario de Hamás, reafirmó el compromiso del grupo con la tregua. Sin embargo, los ataques israelíes recientes y la falta de confianza mutua dificultan el inicio del cese al fuego, mientras Gaza continúa sufriendo las consecuencias de la guerra.
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