Lejos de caer en críticas sin sentido, desde este medio venimos abordando la complejidad de la designación de los próximos funcionarios en el Ministerio de Defensa, así como también los posibles candidatos para ejercer la Jefatura de las Fuerzas Armadas. No obstante, si bien es de público conocimiento que la transición de cargos de alto mando en las FFAA toma su tiempo dedicado, es preciso mencionar que los perfiles civiles a designar en el Ministerio de Defensa siguen en boca de todos los que rondan puertas adentro del organismo. Y, tal y como mencionamos en una nota previa, uno de los debates con mayor renombre fue el lugar que tendría Victoria Villarruel en la designación de los cargos, dada su larga data de trabajo junto a las Fuerzas Armadas, y siendo lo más esperado.
Si bien todos nos damos cuenta de que el gobierno inició sus actividades hace tan sólo cuatro días, y que la situación económica delicada pone en foco total la atención hacia organismos tales como el Ministerio de Economía, y el Ministerio de Seguridad, desde este lado del escritorio -o del periodismo-, nos enfocamos, y debemos enfocarnos, en los asuntos relacionados al Ministerio de Defensa y la Plana Mayor de las Fuerzas Armadas. Y, así como la organización del Estado Nacional continúa en planeamientos generales, también lo hace el Ministerio diagramando los cargos en Secretarías y Subsecretarías. Siguiendo con la línea de informar los posibles candidatos para las mismas desde el momento de la designación del Dr. Luis Petri como mandatario principal -que sucedió el día lunes a través del DNU 08/23- a continuación mencionaremos las personalidades que más resuenan dentro de la casa ministerial hoy en día -aunque cabe destacar, que el área a cargo de algunos de los mismos aún no está definida.
Si bien los nombres que circulan son doce en total, uno de ellos fue acercado por parte del propio ministro para encargarse de IOSFA (ya designado): el Dr. Oscar Sagas, quien fue su candidato para la interna del municipio de Godoy Cruz, Mendoza; y subsecretario de Salud en la provincia de Mendoza, que además participó en la charla de Defensa que brindó Rozas Garay el pasado mes de octubre en dicha provincia. Otro de los más partidarios es Ricardo González, ex candidato a intendente de Alta Gracia, Córdoba, por parte del PRO, y actual concejal electo del PRO en Alta Gracia. Continuando con la línea de Patricia Bullrich, se encuentra la politóloga Carolina Podlesker, concejal del bloque Juntos del PRO en el Municipio de Malvinas Argentinas y ex directora de Control de Gestión del Ministerio de Seguridad en la gestión de Patricia Bullrich. Vinculados más a las Fuerzas Armadas, podemos mencionar también al Oficial del Ejército Argentino Carlos Federico Becker, primo de Patricia Bullrich, y asesor de diversas carreras universitarias en UNDEF y la Escuela Superior de Guerra Conjunta de las FFAA; y al ya conocido Teniente General (RE) Claudio Pasqualini -ex Jefe del EA en el período 2018-2020-, quien dirigirá la Secretaría de Estrategia y Asuntos Militares con el asesoramiento del Coronel VGM Daniel Esteban.
Podemos distinguir, gracias a esto, que tal y como señalamos antes de la asunción del Ministro de Defensa, las autoridades ministeriales serían designadas bajo el ala decisoria del PRO/JxC, donde el peso de Patricia Bullrich parece decisivo en función de muchos nombres que son de su propio riñón partidario, sea con experiencia o incluso, sin ninguna experiencia en la gestión del ámbito de la Defensa; aunque también se conoce la posición de un férreo control político por parte del Jefe de Gabinete de Ministros, Nicolás Posse. La conformación de los cargos, claramente, viene siendo una tarea lenta e improvisada en algunos casos, ya que el método de selección es a través de relaciones interpersonales, y todo bajo el seguimiento del actual JGM Posse. Por ahora, lo que se escucha en el ámbito del Ministerio de Defensa, es que muchos de los puestos tienen mas peso por ser conocidos o amigos de algún referente, que por preparación previa. En mismo sentido, y según fuentes autorizadas, todavía no hay ninguna designación determinada, solo nombres. Esos nombres posteriormente definirán que área tomarán e irán dejando los ravioles de menor jerarquía para otros conocidos.
No obstante a reconocer que el período gubernamental es corto, los nombramientos deberían haber sucedido al DNU de designación del alto mando ministerial, no por simple capricho, sino por cuestiones estratégicas que van incluso más allá de los proyectos que se puedan tener en las Fuerzas Armadas, por ejemplo, el mantenimiento de la actividad en la Antártida con su respectiva Campaña, el mantenimiento de las producciones en Defensa y la distribución de sus recursos, el asunto en cuanto a los pliegos de ascensos en el Senado -que viene demorando 2 años-, la definición de los altos mandos, entre otros. No se piden fórmulas mágicas, ni soluciones inmediatas a todos los problemas, sólo la toma de una decisión final para conocer el direccionamiento que tendremos de cara a los próximos cuatro años, viniendo de una larga racha de gestiones inconclusas, improvisadas o reaccionarias a lo militar.
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