La cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte sigue intensificándose en medio de un panorama geopolítico marcado por el conflicto en Ucrania y crecientes tensiones en la región del Indo-Pacífico. Según declaraciones del almirante Samuel Paparo, líder del Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos (INDOPACOM), Moscú estaría negociando el envío de aviones de combate a Pyongyang, marcando un nuevo capítulo en la alianza entre ambos países.
El acuerdo en discusión contempla la transferencia de cazas MiG-29 y Su-27 rusos, modelos de cuarta generación considerados efectivos pero no tan avanzados como las aeronaves de quinta generación. Aunque no se ha especificado el número de aviones implicados, este movimiento sigue al despliegue reportado de 12.000 tropas norcoreanas en territorio ruso para apoyar las operaciones contra Ucrania.
Este fortalecimiento de la cooperación militar subraya los intereses comunes de ambas naciones frente a un Occidente que las ha aislado con sanciones y condenas internacionales. Para Corea del Norte, la obtención de armamento avanzado podría consolidar su poderío militar y su capacidad de disuasión en la península coreana y más allá.
Impactos regionales y el rol de Estados Unidos
En paralelo, Paparo expresó preocupación por los posibles efectos de estos movimientos en la estabilidad del Indo-Pacífico, un área de gran relevancia estratégica para Estados Unidos. Durante su intervención en el Foro Nacional de Defensa Reagan, el almirante instó al Congreso a priorizar el fortalecimiento de la disuasión estadounidense en la región, destacando una lista de necesidades presupuestarias por 11.000 millones de dólares para el INDOPACOM.
La consolidación de los lazos entre Rusia y Corea del Norte ocurre en un contexto de incertidumbre política en Corea del Sur, donde el presidente Yoon Suk Yeol enfrenta cuestionamientos tras un intento fallido de imponer la ley marcial. Sin embargo, Paparo aseguró que esta crisis interna no afectará significativamente la seguridad regional, subrayando la importancia de mantener la estabilidad en el área.
Un panorama complejo para el Indo-Pacífico
Mientras tanto, las tensiones entre China y Taiwán siguen siendo un tema central en la agenda de seguridad de Estados Unidos. Si bien no se ha definido una política clara hacia la defensa de Taiwán en caso de una invasión china, el fortalecimiento de las capacidades defensivas de la isla se perfila como una prioridad.
El avance de la cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte, junto con las tensiones en el estrecho de Taiwán, evidencia un entorno geopolítico cada vez más polarizado. Para Estados Unidos y sus aliados, la capacidad de respuesta ante estos desafíos será crucial para preservar la estabilidad en una región clave para el equilibrio global.
Te puede interesar: Reportes afirman que por primera vez un drone de Ucrania ataco posiciones de vehículos de Corea del Norte en Rusia
Fuente: Defense One
Si te gustó este artículo, seguinos con un click en y suscribite a nuestros videos en YouTube .