Una reciente encuesta realizada por la Fundación e Instituto Presidencial Ronald Reagan expone un cambio significativo en la opinión pública estadounidense respecto al papel de su país en el escenario internacional y su inversión en defensa. Los resultados, presentados en la Encuesta de Defensa Nacional 2024, revelan que la mayoría de los estadounidenses apoyan un enfoque más activo y fortalecen la percepción de que el liderazgo global debe ser respaldado por un ejército robusto.
Un mandato para un liderazgo global activo
El informe, elaborado tras las elecciones presidenciales de 2024 y durante la transición de la administración Biden a la nueva presidencia de Donald Trump, evidencia un consenso bipartidista contrario al aislacionismo. Según el estudio, el 57% de los estadounidenses considera que el país debe asumir un mayor compromiso internacional, una cifra que creció 15 puntos porcentuales en comparación al año anterior. Este sentimiento es especialmente fuerte entre los votantes de Trump, con un 61% apoyando esta postura.
En términos presupuestarios, el 80% de los encuestados está a favor de incrementar el gasto en defensa nacional. Este dato refuerza la creencia de que la seguridad y el dominio estadounidense en el mundo dependen de la capacidad militar para disuadir y responder a amenazas potenciales.
Amenazas principales: China y Rusia
El panorama estratégico global resalta a China como la principal amenaza para Estados Unidos, según el 50% de los participantes. En segundo lugar, el 25% identifica a Rusia, inmersa en el conflicto contra Ucrania, como el mayor desafío. En este contexto, más del 60% de los encuestados considera imprescindible contar con unas fuerzas armadas capaces de ganar dos conflictos simultáneos, un estándar estratégico clave en las doctrinas de defensa estadounidense.
El apoyo a Ucrania e Israel refleja divisiones internas
La guerra en Ucrania, que ha costado más de 61.000 millones de dólares en ayuda militar desde 2022, sigue contando con respaldo entre los estadounidenses. Sin embargo, cerca del 60% aboga por una solución negociada al conflicto, incluso si ello implica ceder territorios a Rusia.
En Medio Oriente, la situación se enfoca en los rehenes estadounidenses en manos de Hamás. El apoyo a la asistencia militar para Israel, sin embargo, muestra divisiones políticas: el 67% de los votantes de Trump apoya la ayuda, mientras que solo el 46% de los votantes de Harris comparte esta postura.
Roger Zakheim, director del Instituto Ronald Reagan, destacó la tendencia al alza en la confianza de los ciudadanos hacia las fuerzas armadas tras años de caída. “Los estadounidenses reconocen la necesidad de un ejército preparado para disuadir y derrotar a los adversarios en múltiples frentes”, afirmó, subrayando el principio de “paz a través de la fuerza” como eje central del consenso público.
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