Este miércoles, el Secretario de Defensa del Reino Unido, John Healey, ha dado a conocer al Parlamento sus planes de dar de baja anticipadamente a la flota de helicópteros Puma HC2 que opera la Real Fuerza Aérea. En caso de lograr concretarlo para el 2025, Londres pretende que con dicha decisión, sumado al retiro de cinco buques de guerra, puedan ahorrarse hasta 500 millones de libras a lo largo de los próximos cinco años; suscitando sin embargo una importante serie de cuestionamientos respecto de esta merma de capacidades frente a una creciente amenaza por parte de Rusia.
Según el propio secretario Healey, se trata de una decisión lógica que debía haber sido tomada hace tiempo, considerando que muchos de los equipos afectados serían obsoletos para los campos de batalla actuales. De esta manera, la cartera que conduce liberaría fondos para avanzar en un profundo proceso de modernización y reestructuración de las Fuerzas Armadas Británicas, esto en función de las crecientes necesidades de cerrar las brechas causadas por las consecutivas reducciones de presupuesto anteriores que condujeron a la decaída del poderío militar británico; adoptándo a su vez nuevas tecnologías acorde a las lecciones aprendidas en Ucrania.
Recogiendo algunas de sus declaraciones: “Nos enfrentamos a amenazas globales cada vez mayores (…) La guerra en Europa, la creciente agresión rusa, el conflicto en Oriente Medio y la tecnología que está cambiando la naturaleza de la guerra. Como resultado, la defensa necesita una mayor resiliencia y preparación para el futuro“.
Ahondando en los detalles de la decisión de dar de baja plataformas antes de tiempo, ha de destacarse que estaríamos hablando de 17 helicópteros Puma HC2, como así también de 14 helicópteros Chinook de la variante más antigua que opera el Ejército Británico. Cabe recordar en ese sentido, que aún no está definido cuál será el medio que llegará como reemplazo de los mismos, máxime al tener en cuenta el reciente retiro de Airbus y Lockheed Martin de la competencia por el futuro helicóptero mediano del Reino Unido. Tal y como hemos reportado previamente, ambas compañías arguyeron la imposibilidad de cumplir con los requerimientos mínimos estipulados por el Ministerio de Defensa, implicando que únicamente quede vigente la oferta de la empresa italiana Leonardo.
Siguiendo esa línea, medios especializados tales como The Aviationist plantean que el Reino Unido no lograría cerrar esta nueva brecha hasta finales de la presente década, siendo el programa de reemplazo de los Puma HC2 uno de los más problemáticos observables en los últimos años. Por lo pronto, Londres tan sólo ha logrado ordenar la compra de un pequeño lote de helicópteros H145 de Airbus, para suplir a aquellos Puma desplegados en la isla de Chipre; pero aún está lejos de concretar un reemplazo definitivo en términos de cantidades y capacidades.
Finalmente, resulta necesario hacer mención de que los nuevos planes del Secretario Healey no sólo abarcan a las mencionadas plataformas aéreas, sino que también a diversos buques de la Real Armada Británica. Particularmente, se trataría de los dos buques de asalto anfibio de los que dispone la Royal Navy (los HMS Albion y HMS Bulwark) que aún debían sostenerse una década más en el servicio, otros dos buques de reabastecimiento de combustible pertenecientes a la Flota Auxiliar (los RFA Wave Knight y RFA Wave Ruler), y por último una de las fragatas Tipo 23 que requiere un amplio y costoso proceso de reparaciones, a saber: la HMS Northumberland.
*Imagenes empleadas a modo ilustrativo
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