En el marco de las Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión, el patrullero Tagomago (P-22) de la Armada Española ha iniciado nuevamente su despliegue en las aguas del Estrecho de Gibraltar y el Mar de Alborán. Esta misión, desarrollada en espacios marítimos de soberanía española, tiene como objetivo principal garantizar la seguridad en la zona debido a su ubicación estratégica y el elevado tráfico marítimo que la caracteriza.
Diseñado en la década de 1980 para este tipo de tareas, el P- 22cuenta con una capacidad de desplazamiento aproximada de 330 toneladas, una eslora de 44 metros y puede alcanzar velocidades cercanas a los 20 nudos gracias a su sistema de propulsión basado en dos motores diésel. Además, está equipado con un cañón Oerlikon de 20 mm, ametralladoras ligeras y sistemas de detección básicos, lo que lo hace idóneo para misiones de patrullaje en zonas de baja intensidad de conflicto.
Por otro lado, tiene la capacidad de operar hasta siete días sin necesidad de reabastecimiento, y su tripulación oscila entre 18 y 30 personas, dependiendo de los requerimientos específicos de cada misión.
Así es que en el contexto de la operación “Maritime Security Operations (MSO)”, el patrullero de vigilancia de la zona (PVZ) Tagomago se encuentra integrado en el Mando de Operaciones Marítimas (MOM) y bajo el control operativo del Mando de Operaciones (MOPS), con sede en Cartagena y dependiente del Almirante de Acción Marítima, llevando a cabo una amplia variedad de tareas. Entre ellas se destacan la vigilancia del tráfico marítimo, la supervisión de actividades pesqueras y la protección de las líneas de comunicación marítima. Adicionalmente, realiza labores de recopilación de información sobre el entorno marítimo para facilitar futuras operaciones estratégicas.
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