Las exportaciones de China crecieron en octubre al ritmo más rápido de los últimos dos años, impulsadas por el esfuerzo de las fábricas por enviar inventarios a mercados clave, anticipándose a nuevos aranceles de Estados Unidos y la Unión Europea en medio de una posible guerra comercial en dos frentes.
La aplastante victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses resaltó su promesa de campaña de imponer aranceles superiores al 60% a las importaciones chinas, lo cual podría desencadenar un aumento en las exportaciones hacia el principal mercado de China antes de que estas tarifas se hagan efectivas.
La amenaza arancelaria de Trump preocupa a propietarios y autoridades de fábricas en China, pues están en juego unos 500.000 millones de dólares en exportaciones anuales. Las tensiones comerciales con la UE también han escalado, siendo un destino de 466.000 millones de dólares en productos chinos en el último año. Esta alza en las exportaciones es una señal positiva para la economía china, que enfrenta problemas debido a la crisis de deuda en el sector inmobiliario.
Efecto Trump
En octubre, las exportaciones de China a Estados Unidos aumentaron un 8,1% interanual, mientras que las exportaciones hacia Europa crecieron un 12,7%. Zichun Huang, economista en Capital Economics, señaló que el regreso de Trump podría generar un aumento temporal en las exportaciones chinas, ya que los importadores estadounidenses adelantan sus compras para evitar aranceles.
Las principales exportaciones de China a EE. UU. el año pasado incluyeron smartphones, tabletas y consolas de videojuegos, recordando el primer mandato de Trump, cuando aplicó aranceles a productos electrónicos chinos. Sin embargo, hay indicios de una menor demanda de estos productos. Datos comerciales de Corea del Sur y Taiwán indican una desaceleración global, y los fabricantes alemanes también reportaron dificultades para encontrar compradores extranjeros, lo que sugiere que China podría estar bajando precios o acelerando el envío de inventarios.
El jueves, las acciones de China y Hong Kong subieron por el optimismo de posibles nuevos estímulos económicos, mientras que el yuan se recuperó de un mínimo de tres meses frente al dólar. Un yuan debilitado podría haber impulsado las exportaciones, aunque también encareció las importaciones.
Importaciones afectadas por la débil demanda interna
Las importaciones de China desde la UE y el sudeste asiático cayeron un 6,1% y un 7,3% anual, respectivamente, mientras que las de Japón apenas crecieron. Las compras de crudo, el mayor bien importado por China, disminuyeron un 9%, marcando el sexto mes consecutivo de caída. Zhou Maohua, investigador de China Everbright Bank, atribuyó la desaceleración en las importaciones a una baja en la demanda interna y en los precios de importación.
Ante estos desafíos comerciales, economistas advierten a Beijing sobre una excesiva dependencia de las exportaciones y sugieren que se implementen más estímulos. Los analistas de ANZ esperan que China aplique una combinación de medidas monetarias y otras políticas para enfrentar posibles aranceles más altos bajo Trump.
Raymond Yeung, economista jefe de ANZ para la Gran China, señaló que las autoridades podrían considerar subsidios o acceso a financiamiento para mitigar los impactos arancelarios. También podrían fomentar el consumo interno y buscar nuevos mercados de exportación entre los países de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
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Fuente: Reuters
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