La elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos ha introducido un clima de incertidumbre en la economía internacional. Al finalizar la votación, The Associated Press lo declaró ganador el miércoles por la mañana, luego de que se le adjudicaran estados clave como Georgia, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin.
La victoria de Trump supone un fuerte revés para el proyecto de globalización, que ya enfrentaba críticas de diversos sectores políticos debido a la percepción de que el libre comercio y la movilidad laboral no han beneficiado a la mayoría de la población.
Si bien durante su primera administración impuso aranceles sobre bienes valorados en 380.000 millones de dólares en su guerra comercial con China, esta vez sus propuestas abarcarían un volumen de productos diez veces mayor.
La economía mundial podría resentirse considerablemente, ya que los consumidores en Estados Unidos reducirían la compra de productos extranjeros. Esta situación se agravaría si los países afectados decidieran tomar represalias imponiendo sus propios aranceles a productos estadounidenses.
El impacto del proteccionismo estadounidense sobre las economías en vías de desarrollo
Según el banco suizo UBS, un arancel del 60% a bienes chinos y uno universal del 10% reducirían el crecimiento económico mundial en un punto porcentual para 2026.
Un estudio de la London School of Economics y Political Science anticipa una disminución del 0,68% en el PIB de China y del 0,11% en el de la Unión Europea, mientras que otras economías emergentes como India, Indonesia y Brasil verían caídas en sus PIB de 0,03%, 0,06% y 0,07%, respectivamente.
Sin embargo, la naturaleza impredecible de Trump y su inclinación por tomar decisiones de política sobre la marcha dificultan prever el alcance de estos aranceles una vez en el cargo. Trump ha manifestado su afinidad por el proteccionismo, calificando la palabra “arancel” como su favorita e inspirándose en las políticas proteccionistas del expresidente William McKinley.
El dólar estadounidense buscará fortalecerse
Los planes económicos de Trump también podrían afectar a las economías emergentes de otras formas. Es probable que el dólar estadounidense se fortalezca debido a la inflación impulsada por los aranceles, lo que llevaría a la Reserva Federal a subir las tasas de interés. Un dólar más fuerte encarece las importaciones para otros países y aumenta el costo de la deuda en dólares, lo cual pondrá a la vista las capacidades de los equipos económicos de los países con economías medianas o pequeñas.
Además, los cuestionamientos de Trump a la independencia de la Reserva Federal, cuyas decisiones influyen en la economía global, han generado preocupación. Politizar el banco central podría debilitar la confianza en el dólar y en los bonos de EE. UU., con consecuencias potencialmente graves para la estabilidad financiera global.
“Las expectativas de inflación podrían desestabilizarse, especialmente ante los planes de Trump de reducir impuestos y elevar aranceles. Esto ejercería presión al alza sobre los rendimientos de los bonos del Tesoro. La deuda de EE. UU. ya se encuentra en una trayectoria preocupante”, advierten los analistas financieros.
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