En una reciente conversación telefónica, el flamante presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dialogó con el presidente ruso, Vladímir Putin, sobre la guerra en Ucrania, según un informe publicado por el Washington Post. La llamada, que tuvo lugar el pasado jueves, se centró en la escalada del conflicto y el impacto de la presencia militar de Estados Unidos en Europa, aspecto que Trump resaltó a Putin como un factor que debe ser considerado antes de tomar cualquier decisión de intensificar la guerra.
Una estrategia para evitar la escalada
La comunicación de Trump con Putin fue interpretada como un intento de disuadir al mandatario ruso de incrementar las hostilidades en Ucrania, en línea con la postura expresada por el empresario durante su campaña electoral, cuando prometió encontrar una solución al conflicto en “un día”. Sin embargo, hasta el momento, no ha brindado detalles específicos sobre cómo alcanzaría ese objetivo. Según fuentes citadas, Trump parece motivado por la intención de evitar que el conflicto ucraniano se complique al inicio de su segundo mandato presidencial.
El portavoz de Trump, Steven Cheung, reafirmó el interés de Trump en promover la paz y la estabilidad mundial. Según Cheung, líderes de diferentes países ya comenzaron a tender lazos con Trump, reconociendo su capacidad para desempeñar un papel crucial en la arena internacional.
Contexto y reacciones internacionales
En paralelo a su conversación con Putin, Trump mantuvo un diálogo con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, subrayando su intención de involucrarse en el conflicto desde diferentes frentes. No obstante, la comunicación directa con Putin generó reacciones mixtas en Kiev. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania, Heorhii Tykhyi, desmintió que el gobierno ucraniano haya sido informado previamente de la conversación, describiendo las afirmaciones al respecto como “falsas”.
El Kremlin, por su parte, indicó que Putin está dispuesto a dialogar sobre el conflicto con Trump, aunque dejó en claro que esto no implica una flexibilización de las demandas de Moscú. Desde el inicio de la invasión a Ucrania en 2022, Rusia ha establecido condiciones para una posible resolución del conflicto que incluyen la renuncia de Ucrania a sus aspiraciones en la OTAN y la retirada de sus tropas de cuatro regiones ocupadas por Rusia. Esta propuesta ha sido rechazada categóricamente por Ucrania, que la considera una rendición y ha propuesto su propio “plan de victoria” con apoyo militar adicional de Occidente.
Conversaciones adicionales y postura de Trump frente a la ayuda militar
La política exterior de Trump respecto a la guerra en Ucrania contrasta notablemente con la de la administración de Joe Biden. Mientras que Washington ha enviado miles de millones de dólares en asistencia militar y económica a Ucrania, Trump ha expresado en repetidas ocasiones su escepticismo sobre este apoyo, alineándose con otros legisladores republicanos que abogan por una revaluación de los gastos relacionados con el conflicto.
Además, Trump ha mantenido contactos recientes con otros líderes mundiales, como el canciller alemán Olaf Scholz y el presidente surcoreano Yoon Suk Yeol, para abordar temas relacionados con la estabilidad en Europa y la cooperación en regiones clave como el Asia-Pacífico.
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