Durante las primeras horas del lunes, las Fuerzas Armadas de China llevaron a cabo el ejercicio Espada Conjunta-2024B en distintas direcciones alrededor de Taiwán. Este despliegue, el segundo de su tipo en lo que va del año, involucró un importante número de medios militares y puso en alerta a la región, especialmente a las fuerzas taiwanesas.
Movilización de fuerzas militares en Taiwán
Según informó el Ministerio de Defensa de Taiwán, un total de 125 aeronaves y 34 buques de la Armada y la Guardia Costera de China fueron detectados cerca de la isla. En respuesta, las Fuerzas Armadas de Taiwán desplegaron buques, cazas, vehículos aéreos no tripulados (UAV) y baterías móviles de defensa aérea para vigilar y contrarrestar la maniobra.
En las redes sociales, el Ministerio publicó videos mostrando los despliegues taiwaneses, que incluyeron sistemas de radar móviles y unidades de misiles antibuque del Grupo Hai Feng. También se observó la participación de una fragata clase Oliver Hazard Perry y una fragata clase Kang Ding para monitorear las actividades de los buques chinos.
El uso de drones y cazas en el monitoreo
Además, Taiwán empleó drones NCSIST Albatross para rastrear los movimientos de la Armada y la Guardia Costera chinas, mientras que cazas F-16 taiwaneses grabaron en video a los cazas J-15 de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de China (PLAF).
Mismo ejercicio, diferentes objetivos
Aunque este ejercicio guarda similitudes con el realizado en mayo, conocido como Espada Conjunta-2024, el Espada Conjunta-2024B tuvo características distintivas. En esta ocasión, se incluyeron patrullas de combate aire-mar, bloqueos de puertos estratégicos, ataques a objetivos marítimos y terrestres, y operaciones coordinadas para asegurar la superioridad aérea y marítima. Estas maniobras sugieren que China está evaluando las capacidades operativas combinadas del EPL en diferentes zonas, posiblemente con vistas a un eventual conflicto en el futuro cercano.
Reacciones ante el ejercicio militar
Aunque China no emitió una declaración oficial sobre el ejercicio, varios analistas sugieren que este despliegue podría haber sido una respuesta a recientes declaraciones del presidente de Taiwán, Lai Ching Te, quien reafirmó su postura independentista frente a las amenazas chinas. El presidente taiwanés expresó en redes sociales:“Con las maniobras militares de hoy, China pretende socavar la estabilidad regional y el statu quo, sin estar a la altura de las expectativas mundiales. Aunque Taiwán sigue abierta al diálogo y los intercambios a ambos lados del estrecho, estamos decididos a proteger nuestro sistema constitucional libre y democrático.”
Este nuevo episodio del Joint Sword subraya las crecientes tensiones entre China y Taiwán, y cómo la isla sigue siendo un foco de atención en la región del Indo-Pacífico.
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