Funcionarios de EE.UU. comunicaron que un grupo de hackers chino llevó a cabo un ciberataque masivo al menos contra tres de los principales proveedores de comunicaciones del país. Según las autoridades, AT&T, Verizon y Lumen son algunas de las empresas a las que han accedido en la intrusión del grupo denominada Salt Typhoon, operación dirigida en parte a descubrir los objetivos chinos de la vigilancia estadounidense.
La noticia del ciberataque fue publicada por primera vez por el Wall Street Journal. De la investigación se encargan la agencia del FBI y el Departamento de Seguridad Nacional, que se encuentra aún en sus primeras fases. Funcionarios en condición de anonimato destacaron que “va a llevar un poco más de tiempo averiguar” la magnitud de la intrusión y qué información se obtuvo.
Lo cierto es que aún se desconoce el alcance total de los ataques así como también el impacto del mismo. No obstante, se estima que los hackers buscaron recopilar una gran cantidad de tráfico de Internet de proveedores de servicios de Internet que tienen como clientes a empresas grandes y pequeñas y a millones de estadounidenses.
Estados Unidos considera que el servicio de espionaje exterior de China, el Ministerio de Seguridad del Estado, está implicado en la filtración. Para muchos funcionarios, el mismo fue llevado a cabo por una rama del ministerio conocida como Salt Typhoon, un apodo dado al grupo por Microsoft, que vigila la actividad de piratería informática china. Sin embargo, aún no existe una atribución oficial.
En torno a los objetivos del ciberataque, se cree que buscaba obtener información relativa a las solicitudes federales legales de escuchas telefónicas. Pese a todo, es posible que este grupo haya podido ampliar aún más su búsqueda e incluir el tráfico de Internet en general que circula por los sistemas de los proveedores entre sus objetivos.
Por lo pronto, Estados Unidos no conoce si los hackers pudieron acceder a listas reales de objetivos de vigilancia federal o a sus comunicaciones. Tampoco está claro si los sujetos de la vigilancia en cuestión eran objetivos de investigaciones penales nacionales o de casos de seguridad nacional, como espionaje, terrorismo o ciberseguridad.
Cabe recordar que la primera gran operación de piratería informática por parte de China contra empresas occidentales conocida ocurrió en 2010, y fue denominada Operación Aurora. En ese momento, hackers lograron acceder a Google y a una base de datos confidencial con años de información sobre objetivos de vigilancia estadounidenses, según informó The Washington Post.
Por el momento, el presidente Joe Biden ha sido informado de la filtración, pero las empresas estadounidenses involucradas no han emitido comentarios al respecto. Además, China negó su involucramiento en este ciberataque. En un comunicado enviado por el portavoz Liu Pengyu, Beijing afirma que “la comunidad de inteligencia estadounidense y las empresas de ciberseguridad han estado colaborando en secreto para reunir pruebas falsas y difundir desinformación sobre el llamado apoyo del gobierno chino a los ciberataques contra Estados Unidos”..
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