El Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD) de EE.UU. recientemente informó que detectó y rastreó dos aviones de vigilancia rusos IL-38 que operaban en la Zona de Identificación de Defensa Aérea de Alaska (ADIZ). La presencia de ambas aeronaves se dio el pasado 15 de septiembre, coincidiendo con el desarrollo del ejercicio aeronaval Okean 2024 que están llevando adelante las fuerzas armadas de Rusia.
De acuerdo a lo informado por el NORAD, el avión de vigilancia ruso permaneció en el espacio aéreo internacional, evitando ingresar al espacio aéreo soberano estadounidense o canadiense. “…Esta actividad rusa en la ADIZ de Alaska se produce con regularidad y no se considera una amenaza…”, aclaró en su comunicado el Comando.
Este tipo de presencia se ha incrementado en los últimos años, no solo por parte de aviones rusos sino que China también ha comenzado a realizar operaciones similares en la Zona de Identificación de Defensa Aérea de Alaska (ADIZ) e inmediaciones. Desde el NORAD aclaran que una ADIZ comienza donde termina el espacio aéreo soberano, “…siendo un tramo definido de espacio aéreo internacional que requiere la fácil identificación de todas las aeronaves en interés de la seguridad nacional…”.
Los aviones de vigilancia rusos han mantenido una intensa actividad en los últimos días, habiéndose registrado el pasado jueves la presencia de un par de aviones de patrulla Tu-124 en espacio aéreo próximo a Japón, en lo que fue el primer vuelo de este tipo en cinco años, según el Estado Mayor Conjunto de Japón.
Otro hito se dio en julio de este año, cuando un par de bombarderos rusos se asociaron con dos bombarderos chinos en un vuelo en la ADIZ de Alaska. Cazas estadounidenses y canadienses fueron desplegados para interceptar y escoltar a los bombarderos chinos, los cuales volaban por primera vez en la zona de Alaska, habiéndose aproximado a 200 millas de la costa de Alaska. En el caso ruso, en el mes de julio dos bombarderos estratégicos rusos Tu-95MS Bear-H realizaron un vuelo de entrenamiento de 10 horas en el espacio internacional que separa Corea del Sur y Japón, generando la respuesta de la aviación de cazas de ambos países.
A los fines de mantener la vigilancia contante del espacio aéreo, NORAD emplea una red de defensa en capas, contando con satélites, radares terrestres y aéreos, así como aviones de combate para detectar y rastrear aeronaves e informar las acciones apropiadas.
Imagen de portada ilustrativa.
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