En la madrugada del lunes, un buque de la Guardia Costera china y un barco de la Guarida Costera de Filipinas colisionaron cerca de Sabina Shoal, sumando un nuevo episodio de tensión entre los países por la disputa territorial en el Mar de China Meridional. Este incidente es el primero en esta ubicación específica y podría poner en peligro los recientes esfuerzos por reducir la tensión en una de las vías fluviales más transitadas del mundo.
En este sentido, el portavoz de la Guardia Costera china, Gan Yu, afirmó que un barco de la guardia costera china intentó impedir que un barco filipino llegara al banco de arena Sabina. De acuerdo a Gan Yu, el mismo se comportó de manera “poco profesional y peligrosa”, lo que provocó la colisión. Y añadió, citado por The Washington Post: “La responsabilidad recae completamente sobre Filipinas”
Sin embargo, las autoridades filipinas refutaron esta versión, señalando que sus barcos fueron objeto de “maniobras ilegales y agresivas” por parte de los buques chinos. Jonathan Malaya, director general adjunto del Consejo de Seguridad Nacional de Filipinas, informó que uno de los barcos filipinos sufrió un agujero en la cubierta, mientras que otro resultó con “daños estructurales menores”.
Sabina Shoal se encuentra a 86 millas de la isla filipina de Palawan, dentro de las 200 millas de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Filipinas. Desde el mes de abril de este corriente año, Filipinas mantiene el buque de la guardia costera, BRP Teresa Magbanua, en Sabina Shoal para monitorear la actividad china en la zona.
La situación podría empeorar si no hay acuerdo diplomático
A pesar de esto, China reclama soberanía sobre la mayoría del Mar de China Meridional, incluyendo el archipiélago de las Islas Spratly, del cual Sabina Shoal forma parte. Esta reivindicación fue declarada ilegal por un fallo de la Corte Permanente de Arbitraje de la ONU en 2016, que el gigante asiático rechaza categóricamente.
El gigante asiático acusa a Filipinas de intentar establecer una presencia permanente en la zona, algo que considera inaceptable. Según Mao Ning, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, el país “se opone firmemente” a tales acciones y tomará “medidas resueltas y enérgicas” para defender sus intereses en la región.
Diversos analistas de seguridad, citados por The Washington Post, advierten que la situación podría deteriorarse aún más si ambos países no logran llegar a una solución diplomática. Tan solo en lo que va del 2024, el Gobierno filipino presentó 40 protestas diplomáticas contra China por violaciones de su soberanía.
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