Entrevista – El Brigadier de Inteligencia israelí “O” y cómo ganar en Gaza

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Durante su larga carrera militar como combatiente y después de servir también en las unidades de inteligencia militar, ex alto funcionario de la Oficina del Primer Ministro y quien actualmente ocupa un alto puesto operativo en el sector de combate en Gaza, el General de Brigada que solicita que lo llamen “O” nos cuenta paso a paso desde el primer día de la guerra, cómo logró salvar vidas cuando llegó a la zona de conflicto en medio del ataque junto a su hijo, también oficial de inteligencia y con quien salvó más de 100 vidas y tuvo que presenciar cómo se llevaban a otras. Junto a otros oficiales de alto rango creó el foro de comandantes y combatientes de reserva que tiene una posible sugerencia de cómo habría que ganar la guerra, y, que, aunque no están involucrados en el gobierno, la experiencia les da una muy buena carta de presentación que debe ser escuchada.

El pasado lunes 5 de agosto el General de Brigada “O” me pidió que fuera a un punto específico en las fronteras con Gaza, ya que aún lidera algunas actividades en la zona. Esa mañana realicé el viaje al sur de Israel, algo que me llenó de nostalgia al recordar muchas veces mis días de soldado, tal vez no en el mismo lugar, pero por el mismo sector. Sentí el desierto en mi rostro como en esos días, el olor a tanques llenó mi memoria, y, por sobre todo, imaginé el honor que muchos de los lectores de este magazín entenderán, de haber sido soldado.

Antes de analizar la situación con el General de Brigada, le pedí que detallara aquella desastrosa mañana del 7 de octubre cuando, por vivir cerca de la zona del conflicto, tomó su arma y salió con su hijo a salvar vidas.Durante su larga carrera militar como combatiente y después de servir también en las unidades de inteligencia militar, ex alto funcionario de la Oficina del Primer Ministro y quien actualmente ocupa un alto puesto operativo en el sector de combate en Gaza, el General de Brigada que solicita que lo llamen “O” nos cuenta paso a paso desde el primer día de la guerra, cómo logró salvar vidas cuando llegó a la zona de conflicto en medio del ataque junto a su hijo, también oficial de inteligencia y con quien salvó más de 100 vidas y tuvo que presenciar cómo se llevaban a otras. Junto a otros oficiales de alto rango creó el foro de comandantes y combatientes de reserva que tiene una posible sugerencia de cómo habría que ganar la guerra, y, que, aunque no están involucrados en el gobierno, la experiencia les da una muy buena carta de presentación que debe ser escuchada.

El pasado lunes 5 de agosto el General de Brigada “O” me pidió que fuera a un punto específico en las fronteras con Gaza, ya que aún lidera algunas actividades en la zona. Esa mañana realicé el viaje al sur de Israel, algo que me llenó de nostalgia al recordar muchas veces mis días de soldado, tal vez no en el mismo lugar, pero por el mismo sector. Sentí el desierto en mi rostro como en esos días, el olor a tanques llenó mi memoria, y, por sobre todo, imaginé el honor que muchos de los lectores de este magazín entenderán, de haber sido soldado.

Antes de analizar la situación con el General de Brigada, le pedí que detallara aquella desastrosa mañana del 7 de octubre cuando, por vivir cerca de la zona del conflicto, tomó su arma y salió con su hijo a salvar vidas.

B.O- El 7 de octubre estoy en casa, día festivo en Israel, preparándome para un fin de semana con la familia. Un día antes, el 6 de octubre, me presenté en la base central de mi división de reserva para cumplir con mi rol de comandante de ejercicios y simulacros de guerra con el comandante de la división. El objetivo era preparar un ejercicio de guerra para diciembre, de casualidad, basada en una invasión sorpresa del enemigo. Es importante recalcar esto porque mis conocimientos y experiencia me llevaron a saber cómo actuar al día siguiente. Vivo a tres kilómetros de donde ocurrió la Masacre de Nova, una fiesta juvenil realizada en el desierto. Ya despierto a las 6:30 de la mañana del 7 de octubre,  comencé a escuchar los primeros bombardeos a lo lejos, y entendí, siendo un oficial superior de la División de Inteligencia y después de haber estado en mi brigada el día anterior y no poder estar al tanto de lo que se avecinaba, que había llegado el momento del que hablaban, una “incursión sorpresa”. Rápidamente desperté a mi esposa y a mis hijos, los encerré en el refugio, le dije al mayor que es oficial de inteligencia que se preparara. Él estuvo de visita en nuestra casa ese fin de semana, así es que no tenía su uniforme. Le dije que se vistiera rápidamente y vestí el uniforme para que las fuerzas israelíes nos reconocieran y le pedí que no se alejara de mi lado. Tomamos nuestras pistolas y nos dirigimos a la zona de Nova.

En el camino, acercándonos a la zona, se abre fuego contra nosotros cerca del Kibbutz Alumim y pasando por Beri, milagrosamente los disparos no nos alcanzan. Continué concentrado en la carretera conduciendo con la cabeza gacha, pero pude ver un escuadrón terrorista reuniéndose, y, mientras conducía llamé a mi brigada donde informé lo que había visto. “¡Sí! Ya sabemos que hay terroristas en todas partes”, tan simple como esa fue la respuesta. Cerca de Nova me encontré en dos situaciones: autos se detuvieron en medio del recorrido y posteriormente terroristas disparando. El problema fue que debido a la alarma los autos se habían detenido y los viajeros cayeron al suelo sin comprender claramente lo que estaba sucediendo. Detuve el auto a un lado y le dije a mi hijo: no vamos a llegar a la brigada, nuestro trabajo es quedarnos aquí y sacar a los civiles. Comencé a gritar, “aléjense de los coches, corran hacia el bosque, no podrán seguir más, hay terroristas esperando, esto no es un ataque con misiles aéreos, es un ataque terrestre”. Confundidos, se reunieron y algunos dijeron: me quedo a esperar, tal vez vengan mis amigos” o “tengo cosas en el auto”, a lo que respondí que no había tiempo, que debían salir de allí y esconderse en el bosque. “

Inmediatamente llegó una patrulla de la policía y me identificó por mi uniforme; comenzamos a avanzar, revisando auto por auto, y allí por primera vez abrieron fuego directamente hacia nosotros. Se nos acercó un auto con terroristas y se desató una feroz batalla en la que murieron 6 policías. En total, 4 de nosotros quedamos atrapados entre los vehículos, pero al ver que los terroristas no avanzaban por unos minutos, di la orden de hacer una movida para retrasarlos, luego dispersé a los policías en fila desde diferentes frentes, Los ciudadanos corrieron detrás nuestro hacia el bosque mientras disparamos a los terroristas. Éramos como una línea de defensa, no podía avanzar, y sólo contábamos con pistolas de cañón corto, lo cual era difícil dar en el blanco. Sabía que tenían que acercarse, no nos quedó más remedio que esperar. Fue cuestión de segundos que vi a cierta distancia seis autos de los terroristas acercándose. Mi división ya me había informado que no tenían fuerzas de rescate para enviar ni refuerzos, así es que me preparé mentalmente y me quité de encima los grados de Brigadier. Sabía que si me pillaban muerto o vivo y descubrieran quién era yo, Israel tendría que pagar un precio muy alto, podrían negociar conmigo o con mi cadáver. Para nuestra sorpresa, los terroristas no avanzaron hacia nuestras posiciones. Junto con los policías comenzamos a avanzar entre la jungla de autos y notamos que los terroristas en lugar de avanzar, se movían entre los autos y disparaban a sangre fría a los ocupantes que se hallaban dentro.

A los pocos minutos logro ver que un tanque se aproximaba, dispara dos misiles y avanza por encima de los autos sin una dirección clara. Avisé a mi batallón para que se comunicaran con él y puedan dirigirlo según mis órdenes. No entendían de qué hablaba, nadie sabía de ninguna unidad que hubiera enviado un tanque. De todos modos su llegada logró cortar la línea de fuego entre los terroristas y nosotros, lo que nos dio tiempo para movilizarnos y salir de la zona de fuego.  Al acercarnos a la ruta pasó un auto y logramos subirnos a él y fugarnos.

A 300 metros vemos otra fila de autos, salimos con la policía y decidí que esta sería la segunda línea de defensa. Nos dispersamos en distintas posiciones y a los pocos metros vimos por segunda vez el tanque, esta vez detenido. Le pedí a uno de los policías que fuera con él y le dijera al comandante que saliera para que se uniera a nosotros. Le doy las órdenes, pero nadie respondió. Entré personalmente a la cabina de los combatientes, allí solo había un muerto, un soldado que era el que conducía. Al mismo tiempo unos terroristas que salieron del bosque comenzaron a disparar al tanque pensando que seguía activo. No lo pensé dos veces, saqué las municiones del tanque junto con el FN MAG, pusimos a los policías detrás, mi hijo y yo nos paramos al frente y respondimos a los disparos. Gracias al FN MAG logramos paralizar en gran medida el avance de los terroristas, pero a 30 metros pude ver a otro grupo de 4 terroristas avanzando, vestidos con uniformes marrones y chaleco negro. Recuerdo muy bien la cara del primero. Disparé en dirección a ellos con la FN MAG y con el apoyo de la policía logramos eliminar a los 4. Ordené que se tomaran los Kalashnikov de los cuerpos para poder continuar. Después de un tiempo, luchando a distancia, pero de manera más efectiva con armas de cañón largo, llegaron refuerzos policiales adicionales con escopetas, colocándolos en la línea del frente, y aquellos con pistolas en la retaguardia. Mi división todavía no me daba respuestas claras, y era seguro que no había refuerzos que enviar. Todas las unidades estaban peleando en diferentes sectores. Di la orden de que me enviaran un helicóptero de combate y a los 20 minutos llegó, pude conectarme con el piloto y le di las direcciones del lugar dónde se encontraban los terroristas. El problema era que el helicóptero no podía disparar a un objetivo exacto debido a la dificultad de distinguir entre terroristas y civiles, por lo que fue ineficaz. Tengo que explicar lo siguiente, a pesar de que los terroristas estaban a metros de nosotros, lo que hicieron fue, como se puede ver en los videos, disparar contra civiles que huyeron de Nova y no pelear contra nosotros. Mientras estábamos escondidos, intentando paralizar el avance de los terroristas, al mismo tiempo que queríamos atender a los heridos, continuamos escuchando los disparos y los gritos de los ciudadanos que, lamentablemente, no pudieron escapar.

Finalmente, junto con la policía y algunos de los soldados que logramos reclutar, logramos derrotar al grupo de terroristas. Fue un momento que sin darnos cuenta tomó su tiempo, pero tuvimos el honor de salvar muchas vidas y doy gracias a Dios que mi hijo y yo no salimos heridos.

Luego de lo vivido, el Brigadier “O” fue nuevamente reclutado en su unidad como reservista y desde que comenzó la guerra se puede decir que regresó a la vida militar. Junto con un grupo de altos oficiales y combatientes, crearon el “Foro de comandantes y combatientes de reserva” quienes fueron reclutados para defender a Israel y devolver a los secuestrados. Sabemos que aunque ya estamos a 10 meses del inicio de la guerra, todavía es el comienzo de lo que está por venir, y por eso el foro tiene un punto de vista sobre cómo dirigir la guerra y el día siguiente, puede que no sea compatible con el gobierno, pero sabiendo el valor y la experiencia de quienes lo dirigen, es útil conocer su punto de vista.

G.S- ¿Cuáles son los desafíos estratégicos que enfrenta el Estado de Israel en este momento?

B.O –  Los desafíos son muchos y no se limitan sólo a la situación en Gaza. Israel está lidiando con un enemigo que lo ataca y amenaza todo el tiempo desde diferentes frentes, este enemigo es Irán y los frentes son el sur del Líbano con Hezbolá, Siria e Irak con sus seguidores chiítas. Aunque el brazo militar de Hamás en Gaza ya ha sido completamente derrotado, Israel tendrá que hacer frente a los ataques de Hezbolá en el norte y estar muy alerta a los movimientos de las milicias proiraníes en Yemen e Irak, incluso en Jordania, con la que tiene un acuerdo de paz y de relaciones diplomáticas, ya que Irán también quiere penetrar allí y socavar la casa real, apoyando al mismo tiempo al movimiento “Hermanos Musulmanes”. Los aliados de Irán en todo el Medio Oriente no sólo están cargados con una gran cantidad de misiles, sino que se trata de una tecnología muy avanzada que puede causar muchos daños a edificios o plantas de energía, además de que la Fuerza Aérea de Israel es una de las mejores del mundo, su defensa desde el cielo no es hermética, las fuerzas aéreas israelíes en el sistema aéreo operan mayoritariamente mediante ataque, es decir, pueden recibir un número relevante de ataques aéreos pero su forma de detener al enemigo es a través del ataque, entonces en sí mismo el modo de defensa no es al 100%, nota esto, 80.000 ciudadanos se vieron obligados a abandonar sus hogares en el norte porque Israel no puede detener por completo el ataque aéreo con misiles de Hezbolá, esto también es relevante si no quieren atacar desde Yemen, Siria e incluso Irak. , te cuento más, los ciudadanos no lo saben todo, pero casi todos los días hay amenazas de estos países, les digo que casi todos los días logran neutralizar otra amenaza que no siempre proviene de estos países. De todas maneras Israel ya ha demostrado con la eliminación de Hania hasta dónde puede llegar, y por eso se puede ver la cara de preocupación del líder espiritual en el funeral mirando al cielo y se puede ver su cara de miedo, y Por una buena razón debería tener mucho miedo.

El problema es que la gente no entiende el punto de vista iraní sobre la guerra, Irán está librando una guerra de desgaste, durante estos 10 meses nuestro enemigo ah jurado no sólo atacar con misiles, sino que también amenaza ferozmente a nuestros ciudadanos con la ideología, y lo consigue. Israel se vio afectado por esta guerra tanto social como económicamente y los iraníes ven todo este desastre como su victoria, disparan cuando quieren y amenazan como quieren, y esto también es un tipo de guerra.
La forma de ganar esta guerra es seguir atacando. Ningún país ha ganado guerras con sólo defenderse. Un equipo de fútbol no gana por su defenza, gana por el ataque que lo lleva a marcar el gol.

G.S – ¿Cómo puede y debe Israel lidiar con el problema?

B.O –  Israel debe trabajar tanto de forma práctica como táctica, combinando defensa y ataque. Hay que trabajar especialmente para incrementar los ataques. Hasta ahora, si dicen que atacamos a Irán selectivamente, no es así, pues selectivamente sería encontrar los puntos débiles. Irán es una potencia y goza de un gran territorio, pero como todos ellos, tiene sus debilidades. La base económica iraní está en el mercado energético. Si Occidente realmente quiere debilitarlos debe atacar sus fuentes de energía, su producción de petróleo y su industria. Esto, de ser así, sería un golpe muy duro para su economía. Israel tiene herramientas, información y armas; hay cosas de todo esto que se sabe porque fueron publicadas y otras que no. Irán también lo sabe y sabe que también podemos dañar su infraestructura e incluso a sus líderes. El asesinato de Haniya es un ejemplo de que Israel, en momentos clave, puede incluso penetrar en el corazón de su enemigo.

G.S- ¿Cuál es tu análisis sobre la situación en Gaza y cómo se puede ganar?

B.O – Respecto a la guerra, creo que, como el resto, debemos llevar a cabo una guerra de desgaste, observar sus puntos débiles y atacar en múltiples arenas de forma selectiva. Hay que dejar algo muy claro, el objetivo final de Hamás es eliminar al Estado de Israel, tomar el control no sólo de Gaza, sino también de la Autoridad Palestina y por supuesto de la región de Judea y Samaria. Nuestro objetivo es hacer que el enemigo diga basta, podemos y debemos hacerlo. La influencia de esta malvada organización ha llevado su agenda de odio a las calles de los palestinos. Les voy a contar algo más para que tengan un ejemplo: en la mañana del 7 de octubre, 5.000 terroristas cruzaron la frontera hacia Israel; lo triste es que la mayoría de ellos ni siquiera eran miembros de Hamás, sino ciudadanos que violaron y asesinaron. Así es que quien piense que el fin de Hamás acabará con la idea, es un error. El control militar o control de otro país, incluso cuando se habla de la implicación de Arabia Saudita o Egipto en la reconstrucción de Gaza, es un error. Personalmente recomiendo a cualquiera que crea que puede lidiar con estos terroristas, que vea los videos del 7 de octubre y los anteriores donde se puede observar cómo se entrenaron para matar, violar y quemar bebés. Todo fue planeado. Ahora mismo estamos en guerra, y la manera de ganar es seguir atacando a sus comandantes, activistas y partidarios. Sabemos que no podemos cambiar la idea, no somos Dios, pero podemos acabar con quienes la desarrollan. No podremos llegar a ningún acuerdo hasta que eliminemos el brazo militar de Hamás y su influencia. La eliminación de Haniya demuestra que estamos en un buen momento para seguir los pasos de los demás líderes.

Hay que eliminar una masa considerable de sus seguidores; hasta ahora hemos llegado a 15.000 y eso no es mucho, Hamás consigue reclutar nuevos agentes todo el tiempo en todo el mundo. También hay que estar atentos a otras organizaciones como la Jihad Islámica y no dormirse ahí o en unos años tendremos otro frente contra una organización similar.

G.S- ¿Cuál es la manera correcta de tratar con Gaza?

B.O – Saber diferenciar entre civiles y terroristas, aunque sea difícil, debemos hacer todo lo posible para que personas inocentes no sufran daños. Cuando hablamos de control militar en Gaza no nos referimos a dañar de ninguna manera a las mujeres, los ancianos o los niños. Sabemos que hay mujeres y menores que ayudan a Hamás, hay una conexión entre la organización y sus ciudadanos, pero muchos trabajan por miedo y amenazas. Se sabe que los civiles son utilizados como escudos humanos. Por lo tanto, la forma de luchar contra esto no es perjudicar a los propios ciudadanos, sino presionarlos.

Israel es el único país en el mundo que permite que equipos médicos, alimentos y demás entren a territorio enemigo, aun sabiendo que beneficia al enemigo armado, porque no estamos hablando de alimentos o ropa que usan los terroristas y los no civiles, estamos hablando de medicinas y fuentes de energía para que sus hospitales puedan seguir funcionando. Y esto sucede en parte por la presión internacional que no entiende hacia dónde van a parar esos beneficios. Por lo tanto, Israel tendrá que controlar absolutamente lo que entra y sale y a quién está destinado. Esto se hace mediante entradas breves y limitadas de equipos que serán entregados cuidadosamente a sus ciudadanos, es decir, no dar demasiado y que los terroristas decidan sobre su distribución. No hay hospital o escuela que no esté tomado por Hamás. Si nos fijamos, algunos de los túneles fueron creados bajo el suelo de estas instituciones; encontramos armas en estos lugares, lo que confirma la forma en que se está utilizando a los ciudadanos de Gaza. Por eso me refiero a que debemos distribuir alimentos y equipos médicos y debemos controlar que lleguen a los ciudadanos, para que en parte comprendan que nunca han recibido ni recibirán nada de Hamás. Quiero creer que los ciudadanos comunes y corrientes de Gaza quieren vivir como yo y estoy seguro de que también hay quienes no apoyan a Hamás y les gustaría vivir en paz con Israel. Debemos poner fin a la influencia de Hamás en su nación y detener las actividades terroristas que se esconden entre sus ciudadanos.

G.S – ¿Cómo afrontar el futuro de Gaza?

B.O – Esta es una pregunta demasiado grande y no soy profeta ni veo el futuro, sólo puedo dar mi opinión sobre cómo debe ser el día después de la guerra y de mi parte cómo lograr que todo termine en beneficio de Israel y su gente. Simplemente, tenemos un deber no sólo como soldados sino como seres humanos y en esto hago un llamado a los lectores de esta revista, hay que desarmar la organización Hamas y devolverles una vida normal a sus ciudadanos; la situación llegó a su límite. Hoy es el momento en que se debe comenzar a idear un programa educativo que prepare a la próxima generación para la paz. Éste es el significado de destruir a Hamás, y para ello debemos trabajar tanto tiempo como sea necesario.

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