China y Filipinas llegaron a un acuerdo que podría poner fin a los enfrentamientos en el disputado banco de arena del Mar Meridional de China, informó el gobierno filipino el domingo. Filipinas controla el Second Thomas Shoal, pero China también lo reclama. Los enfrentamientos crecientes en el área han generado temores de conflictos mayores que podrían involucrar a Estados Unidos.
El acuerdo se alcanzó el domingo tras varias reuniones entre diplomáticos de ambos países en Manila e intercambios de notas diplomáticas, buscando un entendimiento mutuo sin ceder reclamos territoriales. Dos funcionarios filipinos confirmaron el acuerdo a The Associated Press bajo condición de anonimato, y el gobierno emitió un breve comunicado al respecto sin dar mayores detalles.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China anunció poco después de la medianoche del domingo que discutieron con Filipinas “la gestión de la situación en Ren’ai Jiao y alcanzaron un acuerdo provisional sobre el reabastecimiento humanitario de artículos de primera necesidad”.
Las cuestiones territoriales de China, en el ojo de la tormenta
China tiene disputas con varios gobiernos sobre fronteras terrestres y marítimas, siendo muchas de ellas en el Mar de China Meridional. Este acuerdo inusual con Filipinas podría abrir la esperanza de que Pekín logre acuerdos similares con otros países para evitar enfrentamientos mientras las cuestiones territoriales permanecen sin resolver. No obstante, queda por ver si el acuerdo se implementará con éxito y cuánto durará.
El enfrentamiento territorial, que dura años, ha estallado repetidamente desde el año pasado. En el peor incidente, el 17 de junio, fuerzas chinas embistieron y abordaron dos barcos filipinos, impidiendo la transferencia de suministros al puesto avanzado filipino en el banco de arena, según el gobierno filipino. Los chinos dañaron los barcos y se apoderaron de rifles M4 y otros pertrechos, hiriendo a varios miembros de la marina filipina en una caótica escaramuza capturada en video.
China y Filipinas se culparon mutuamente por la confrontación, reafirmando sus propios derechos soberanos sobre el banco de arena. Estados Unidos y sus aliados, incluidos Japón y Australia, condenaron los actos chinos y pidieron el respeto del Estado de derecho y la libertad de navegación en el Mar de China Meridional, una ruta comercial clave con ricas zonas de pesca y depósitos submarinos de gas.
Además de China y Filipinas, Vietnam, Malasia, Brunei y Taiwán también están envueltos en disputas territoriales en la vía fluvial, considerada un posible punto de conflicto en la rivalidad regional entre Estados Unidos y China. El ejército estadounidense ha patrullado la zona durante décadas, a lo que China se opone. Aún no es de público conocimiento si el futuro acuerdo tendrá una cláusula sobre la intervención estadounidense.
China había propuesto permitir a Filipinas transportar suministros a sus fuerzas en el banco de arena si Manila no traía materiales de construcción y notificaba a China con antelación, permitiendo la inspección de los barcos. Filipinas rechazó estas condiciones, y el acuerdo final no las incluyó.
A pesar de que las negociaciones indicarían estar en el camino correcto, el rol de Estados Unidos en las mismas pueden influir de forma determinante en el desenlace del acuerdo. Si China y Filipinas no logran ponerse de acuerdo en los detalles finos, las negociaciones podrían estancarse e intensificar los conflictos entre ambos países, poniendo en una situación límite la estabilidad regional.
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Fuente: The Associated Press
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