El conflicto en la frontera entre Israel y Líbano se intensifica con advertencias de una posible guerra mucho más amplia, donde Israel continúa amenazando con acciones militares decisivas contra Hezbolá. En este contexto, el grupo libanés ha respondido advirtiendo que un conflicto de este tipo tendría impacto a nivel regional, considerando que sus aliados (el “eje de resistencia”) respaldados por Irán, intervendrán a su favor.
Lo cierto es que el apoyo de este eje regional hacia Hezbolá fue aumentando regularmente, pero el cual ha empezado a hacer notar su presencia mucho más desde que Israel comenzó su ofensiva contra Gaza y Hamás. Esta red incluye a grupos como Hamás, los hutíes de Yemen y diversas milicias pro iraníes, que están dispuestos a responder en conjunto contra Israel si la situación se exacerba.
En este contexto, la región ha sido testigo de un aumento de los enfrentamientos transfronterizos, y según expertos, este eje de resistencia ya ha demostrado su capacidad para coordinar acciones en diferentes frentes, como en Siria o Yemen. Asimismo, han aumentado en fuerza y en número, considerando la reciente declaración de Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá, donde rechazó ofertas de combatientes extranjeros ya que sugiere que el grupo ya cuenta con una fuerza considerable de más de 100.000 efectivos.
Mientras Israel ha buscado intensificar sus operaciones militares, alegando que son necesarios para derrotar a Hezbolá, la respuesta desde el Líbano es desafiante. Múltiples grupos dentro de este eje de la resistencia, como Qais al-Jazali, dirigente de Asa’ib Ahl al Haq, han afirmado también que si Israel continúa contando con el apoyo de Estados Unidos, este último también se convertirá en un objetivo y que peligran todos sus intereses en la región y en Irak.
Y aunque aún se desconoce cómo se desarrollaría una guerra mucho más amplia entre Israel y Hezbolá, a pesar de que ambos han intensificado su retórica en las últimas semanas, la realidad es que el eje de la resistencia continúa actuando en paralelo desde hace tiempo. Por ejemplo, los constantes ataques de los hutíes y la Resistencia Islámica de Irak a diversos buques en el puerto israelí de Haifa, al igual que en el Mar Rojo
Por lo pronto, el resto del mundo analiza la situación regional con preocupación, observando que la posibilidad de una guerra mucho más amplia se aproxima y que sus consecuencias podrían ser mucho más profundas. Desde ya, existe una gran incertidumbre frente a la escalada de tensiones entre Israel y el eje de la resistencia, aunque no deja de ser alarmante considerando que puede transformarse en un conflicto de confrontación regional de mayores proporciones.
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