Como se ha abordado en publicaciones previas, además de la compra de los cazas multirol F-16 Fighting Falcon, otros de los proyectos que aún quedan en la lista de los sistemas a incorporar son los submarinos para la Armada Argentina. Desde hace ya varios años, la fuerza naval ha dejado entrever las opciones que se están analizando y que se adecuen a los requerimientos y necesidades de la Fuerza de Submarinos. Es sabido que hasta la fecha, en el marco de la recuperación de la capacidad de submarinos, algunas de las opciones han sido la clase Tupí de la Marina de Brasil, los Ula de Noruega, la clase Scorpene de Francia y los submarinos alemanes de ThyssenKrupp.
En ese sentido, basándonos en el Informe N° 139 por la Jefatura de Gabinete de Ministros, existen dos planes de incorporación de esta clase de unidades. Por un lado, se estipula la adquisición de nuevos submarinos con opciones de construcción local de tres ejemplares. En segundo lugar, teniendo en cuenta un periodo de corto/mediano plazo, se contempla la incorporación de una o más unidades de segunda mano dada de baja. En ese sentido, en el informe se explica que se están evaluando a la Clase Scorpene de la empresa Naval Group de Francia y la Clase Tipo 209 desarrollada por la firma alemana ThyssenKrupp Marine Systems (TKMS), así como una alternativa de adquirir un submarino de transición.
La opción de adquirir unidades de construcción local se basa en la provisión de tres submarinos de ataque de propulsión convencional o diésel-eléctrica, con la idea de la construcción o ensamblado local. La clase Scorpene ha mostrado buenos resultados en diversas armadas a nivel mundial, pero la otra posibilidad o propuesta es la Clase o Tipo 209 del astillero alemán TKMS (ThyssenKrupp Marine Systems), los cuales, en pasadas variantes, la Armada Argentina ha operado y que, al día de hoy, siguen construyéndose en versiones actualizadas y adaptadas a requerimiento de potenciales clientes.
Como estudio a corto plazo para incorporar una unidad de segunda mano, la actual gestión del Ministerio de Defensa expresó que está estudiando opciones, entre ellas la posibilidad de submarinos clase Ula de la Real Armada de Noruega, los cuales son actualmente el único tipo de submarino en servicio que posee esta fuerza.
Como hemos adelantado previamente, las unidades que actualmente están operativas en la fuerza naval fueron construidas en Alemania a finales de los años ochenta y principios de los noventa. Teniendo en cuenta los requerimientos del país, la firma alemana diseñó de manera exclusiva seis unidades con enfoque para operaciones costeras. Sus sistemas de combate fueron desarrollados en Noruega por Kongsberg, el sonar de ataque en Alemania y el sonar de flanco en Francia.
Cabe recalcar que esta clase se encuentra entre los submarinos más silenciosos y maniobrables del mundo. Esto, en combinación con el tamaño relativamente pequeño, hace que sean difíciles de detectar desde embarcaciones de superficie, siendo ideales para operaciones en áreas costeras.
En ese sentido, su reducido tamaño (59 metros de eslora, 1040 toneladas de desplazamiento, y 1150 toneladas de desplazamiento en inmersión) le da menor proyección que a las últimas generaciones de submarinos argentinos (U-209 y TR-1700), siendo esta última diseñada especialmente con una considerable autonomía (70 días) y velocidad en inmersión (25 nudos en superficie).
Por otro lado, conscientes de la navegación en mares de bajas temperaturas, los noruegos modernizaron los sistemas internos de refrigeración para adaptar los submarinos a las condiciones climatológicas externas. Esto permitió que los Ula participaran en ejercicios en el marco de la OTAN, donde se desempeñaron positivamente en tareas de infiltración y recolección de datos.
Entre otras modernizaciones, en diciembre del 2010 Kongsberg Defence & Aerospace fue contratada para suministrar sistemas de navegación y radar para los submarinos. Mientras que en octubre de 2011, Saab recibió un contrato de USD 15 millones de dólares de la Organización Logística de Defensa noruega para modernizar las consolas de control de dirección.
En esa línea, algunas fuentes señalan que la opción noruega estaría resonando con más fuerza en las esferas internas de la Armada Argentina. No solo por haber demostrado ser un sistema confiable en aguas poco profundas, sino por ser relativamente pequeños y poseer capacidades de sigilo, lo que permite que sean detectados con más dificultad, y además se ajustaría al presupuesto de la cartera de la Armada.
No obstante, esta opción tendría el obstáculo de que las unidades serían incorporadas a largo plazo, una vez que la Real Armada de Noruega reciba los Tipo 212CD construidos por TKMS, los cuales están previstos para reemplazar a los actuales Ula. Los nuevos submarinos furtivos comenzaron a construirse en el año 2023 con la intención de entregar la primera unidad a Noruega en 2029. Este largo plazo también se entrelaza con la cuestión de los submarinistas argentinos que actualmente continúan adiestrándose en técnicas y procedimientos a bordo del ARA “Salta”, que se encuentra fuera de servicio, pero es utilizado para estas actividades. Por otro lado, cabe mencionar que otros efectivos de la Fuerza de Submarinos se hallan en otras unidades de armadas amigas, como la Marina de Guerra del Perú, que cuenta con submarinos operativos.
*Fotografías empleadas a modo de ilustración.
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