La empresa norteamericana Northrop Grumman se ha adjudicado recientemente un contrato por mas de US$ 7 mil millones para los procesos de mantenimiento y modernización de los bombarderos B-2 Spirit de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF). El contrato fue publicado por el Pentágono el día jueves 2 de abril.
Según quedó estipulado, el plazo de ejecución del contrato se extiende hasta el año 2029, en tanto ya a partir de la decada del 2030′ se prevee el paulatino retiro de estos aviones para ser reemplazados por los bombarderos B-21 Raider, los cuáles también son producidos por la propia Northop Grumman. Respecto del coste unitario se estima un total de 350 millones de dólares, dado que actualmente sólo quedan unos 20 aviones B-2 en el inventario de la Fuerza Aérea de los EE.UU.
Por su parte Jerry McBrearty, director interino de Northrop Grumman, afirmó lo siguiente tras conocerse la adjudicación del contrato: “En asociación con la Fuerza Aérea, Northrop Grumman garantiza que la flota B-2 Spirit siga siendo viable y lista para la misión. La adjudicación del contrato del Equipo de Sostenimiento de Adquisición Flexible III por valor de 7 mil millones de dólares es un reflejo de nuestro compromiso de fortalecer el sostenimiento del B-2 a medida que continuamos modernizando el avión para satisfacer las necesidades de la Fuerza Aérea de EE. UU.”
Respecto de las modernizaciones que se esperan para el B-2 Spirit, la USAF plantea principalmente mejoras en el software de la aeronave, las cuáles se focalizarían en nuevos sistemas de comunicaciones y actualizaciones en los sistemas de lanzamiento de armamento nuclear; más específicamente, de bombas nucleares B61 mod. 12, y de misiles JASSM-ER de rango extendido. Esto, sumado a las tareas de mantenimiento que se preveen en el contrato, mantendrá a los bombarderos B-2 como una parte activa de la triada de disuasión nuclear de los EE.UU.
En cuanto al reemplazo de estos medios aéreos por parte del bombardero B-21 Raider, se estima que se produzcan mas de 100 aeronaves para el 2030, habiendo empezada ya la producción formal de estos aviones. No solo serán reemplazados los bombarderos B-2, sino que en los planes de la USAF se estipula también el retiro de los antiguos bombarderos B-1 Lancer, dejando así a solo dos modelos de bombarderos en servicio: el propio B-21 y el B-52 Stratofortress de Boeing, que podría llegar en activo hasta mediados del siglo si se le realizan los correspondientes mantenimientos y actualizaciones.
*Imagenes utilizadas a modo ilustrativo
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