En el marco de una visita oficial por parte del Ministro del Poder Popular para la Defensa, Padrino López, la Armada Bolivariana de Venezuela confirmó la recepción e incorporación de nuevos misiles antibuque CM-90 de origen iraní. La noticia, viralizada a través de videos e imágenes, dan cuenta la apertura de instalaciones para el mantenimiento y sostenimiento de estos misiles adquiridos por el gobierno venezolano al régimen de Irán. Estos se emplazan en el apostadero naval Teniente de Navío Tomás Vega, ubicado en el Estado de Aragua, siendo inauguradas en 2022 para dar soporte a nuevo equipamiento de origen iraní adquirido de forma reciente.
Como viene dando cuenta los últimos reportes, desde los últimos meses y años la cooperación militar entre Venezuela e Irán continúa profundizándose. Uno de los hitos en esta incipiente relación bilateral en el plano naval fue la adquisición para la Armada Bolivariana de nuevas lanchas de misiles Peykaap, las cuales fueron develadas en la revista naval realizada en julio del año pasado.
Si bien no se conocen mayores detalles, la incorporación de nuevos misiles antibuque CM-90 forma presumiblemente del proceso de completamiento de las nuevas lanchas de misiles Peykaap. Ideadas como un medio más de defensa costero, estas rápidas y agiles embarcaciones se encuentran fuertemente armadas para su tamaño al disponer de lanzadores de misiles antibuque y tubos de lanzamiento de torpedos, complementados en posteriores modelos con estaciones de armas remotas.
En lo referido al misil SM-90 este fue revelado oficialmente por Irán en el año 2022 durante la exhibición DIMDEX 2022 apreciándose su tamaño aproximado. Este cuenta con un diámetro de 280mm, con un peso aproximado de 350 kilogramos, y un largo de 4,16 metros. Siguiendo los anuncios del régimen iraní, esta equipado con un radar de guiado activo y un motor turbojet que le otorga un rango de aproximadamente 90 kilómetros.
Con la confirmación de esta nueva capacidad por parte de la Armada Bolivariana, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana continúan un proceso de reemplazo y recuperación de capacidades, reemplazando sistemas de origen occidental por aquellos provistos por otros proveedores afines con la postura del gobierno venezolano. Rusia e Irán se asoman como los principales proveedores de armamento, a preciándose una mayor presencia de equipamiento iraní. Al respecto, otro segmento explorado por Venezuela, siguiendo las tendencias apreciadas en el conflicto ucraniano, es el desarrolló de municiones de merodeo basadas en los modelos de la familia Shahed fabricadas por Irán y empleadas activamente por Rusia contra Ucrania.
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