A finales de marzo, con la confirmación de la selección de Boeing para el desarrollo y selección del futuro F-47, surgido del Programa NGAD, para equipar a la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) con un nuevo caza de sexta generación, Lockheed Martin recibía un duro golpe en sus aspiraciones de cara a las próximas décadas. No obstante, para la firma aeroespacial estadounidense, ganadora de las previas competencias centradas en aviones de quinta generación, esta situación también representa una oportunidad de cara al futuro, ya que gran parte de las tecnologías desarrolladas y aplicadas en su avión experimental “X” podrían ser aplicadas en los cazas F-35 Lightning II y F-22 Raptor, actualmente en servicio.

En primer lugar, a raíz de la selección de la propuesta de Boeing, desde Lockheed Martin han informado oficialmente que no protestarán la elección de la Fuerza Aérea de Estados Unidos del pasado mes de marzo. La decisión fue confirmada por Jim Taiclet, CEO de la empresa, el pasado 22 de abril, en el marco del informe presentado a la junta de accionistas de la firma.
Al respecto, el CEO afirmó que “No vamos a protestar la decisión del gobierno de EE. UU. sobre el NGAD”, confirmando que recibieron por parte del USAF el informe clasificado con los pormenores y detalles específicos de la decisión, con el fin de que dicho feedback sea utilizado internamente en actuales y futuros proyectos.
Siguiendo lo reportado por el ejecutivo de Lockheed Martin, este brindó parte de la hoja de ruta que la compañía seguirá en base a toda la experiencia acumulada y experiencias obtenidas durante su participación en el Programa NGAD, la cual podría beneficiar a las futuras actualizaciones que serán aplicadas en los actuales cazas de quinta generación F-22 y F-35 en servicio con la USAF.


“Estamos avanzando y poniendo en práctica todas las tecnologías que desarrollamos para nuestra propuesta del NGAD”, señaló Taiclet, añadiendo que podrían llevar el 80 % de la capacidad del NGAD “… con el 50 por ciento del costo por unidad, tomando la estructura del F-35 y aplicando numerosas tecnologías avanzadas, algunas de las cuales ya están en proceso”.
La mención al F-35 no es un dato menor, mientras la compañía continúa avanzando en la implementación de la actualización TR-3, la cual no está exenta de dificultades y problemáticas, para allanar el camino a la siguiente gran modernización de la aeronave de quinta generación, denominada como Block IV.

Además de las actualizaciones en el F-35, también deben listarse similares esfuerzos para dotar a los actuales F-22 Raptor de la Fuerza Aérea de Estados Unidos con nuevas capacidades de las que carecen actualmente. Tal y como dan cuenta, Lockheed Martin está avanzando en brindar a los cazas nuevos sensores infrarrojos de búsqueda y seguimiento (IRST) TacIRST, siendo una capacidad indispensable frente al surgimiento de un mayor número de cazas furtivos de potenciales rivales a los Estados Unidos.
Con lo previamente reportado, Lockheed Martin focalizará sus esfuerzos en los actuales cazas de quinta generación, ya que, sumándose la decisión de la Armada de EE. UU. de no tener en cuenta su propuesta para el Programa F/A-XX, no participará directamente en el desarrollo de nuevos aviones furtivos de sexta generación.
*Fotografías e imagenes empleadas a modo de ilustración.
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