En un contexto global donde la demanda de energía crece exponencialmente, Argentina busca posicionarse como un referente en el desarrollo de energía nuclear. El objetivo de que el país aproveche sus recursos y su experiencia en el área para convertirse en un actor clave en la industria nuclear mundial es crucial para el actual gobierno, según el jefe de asesores del presidente Javier Milei, Demian Reidel.

El pasado miércoles, Reidel afirmó que Argentina busca ser “un hub de Inteligencia Artificial (IA)”. Sus declaraciones recientes siguen la misma línea promovida por Javier Milei desde el año pasado, luego de una reunión en los Estados Unidos con Sam Altman, CEO de OpenAI y creador de ChatGPT, donde ambos conversaron sobre las oportunidades de desarrollos de IA libre de regulaciones.
“No vamos a ser líderes globales en IA, pero sí podemos ser un hub de IA, tener centros de datos. Si encima ponemos regulaciones, lo que hacen es que vengan menos inversiones cuando necesitamos que vengan, en algo que tiene alto valor agregado. No queremos tiros en los pies con regulaciones que no le importan a nadie”, sostuvo Reidel. En paralelo, subrayó que Argentina puede ser “el primer país con capacidad de producir de forma masiva la energía que todo el mundo quiere”.
La carrera tecnológica y el Plan Nuclear Argentino
En este contexto de impulsar a la Argentina en la carrera tecnológica, Reidel es un pilar en la estrategia impulsada en energía nuclear, denominado Plan Nuclear Argentino. Para el funcionario, el país tiene el potencial de exportar reactores nucleares y su combustible.
La forma principal de posicionarse en este ámbito es, según Reidel, a través del desarrollo de Small Modular Reactors (SMR), una tecnología de reactores nucleares pequeños y modulares que promete revolucionar el sector energético. Para el funcionario, Argentina tiene una “ventaja competitiva muy grande” en esta carrera tecnológica, tanto en términos de desarrollo como de comercialización.

Puntualmente, el Plan Nuclear Argentino contempla la instalación de cuatro módulos ACR-300 en lo que iba a ser Atucha III, con el objetivo de que el primer reactor esté operativo para 2030. Por ello, el Plan Nuclear Argentino contempla tres fases. La primera y segunda incluyen el desarrollo y comercialización de reactores nucleares, junto con el compromiso de compra de uranio argentino, aprovechando las cuantiosas reservas del país. La tercera fase, denominada “Nuclear City”, busca atraer inversiones extranjeras y establecer a Argentina como un destino seguro para la instalación de data centers que requieran energía limpia y estable.
A medida que la inteligencia artificial y la tecnología de datos generan una demanda creciente de energía a nivel global, Argentina apuesta por la energía nuclear como una solución sostenible y eficiente. Desde el gobierno nacional consideran que esta iniciativa, junto al impulso de una IA libre de restricciones estrictas, puede transformar a la Argentina y consolidarla como un actor clave en el tablero internacional.
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