Este viernes es un día clave para el gobierno de Javier Milei y la economía argentina: el Directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) se reunirá para tratar el acuerdo con el país de 20.000 millones de dólares. Con el objetivo de fortalecer las reservas del Banco Central, Argentina espera que el organismo de luz verde a un nuevo desembolso luego de negociaciones que se extendieron por meses.
Para el FMI, el acuerdo podría ser viable ya que existen avances en la estabilización económica del país. La institución crediticia considera que la rápida desinflación, la recuperación de la actividad y una agenda de reformas estructurales son indicios de que Argentina va por buen camino y que, a través de este desembolso, espera fortalecer su macroeconomía y sostenibilidad.

Por otro lado, para el gobierno de Milei es fundamental que el programa se apruebe. El escenario financiero de Argentina es cada vez más volátil, por lo que precisa con creces la confianza del mercado y la necesidad de liquidez.
Los detalles conocidos hasta el momento apuntan a que, de aprobarse este programa, tendrá una duración de cuatro años con revisiones trimestrales de metas fiscales, monetarias y de acumulación de reservas. El desembolso inicial, según la titular del FMI, Kristalina Georgieva, sería de 8.000 millones de dólares, aunque podría ser superior.

Por lo pronto, la incertidumbre rodea las calles argentinas a la espera de una decisión del FMI a lo largo de la tarde del viernes. Si bien la decisión oficial no será comunicada hasta la noche, la administración de Milei se mantiene optimista: está en condiciones de cumplir con los requisitos del organismo, aunque la cotización del dólar podría ser una de las principales trabas.
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