Tras la renuncia de uno de los candidatos de Javier Milei para la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), continúa la crisis en el máximo tribunal del país. A la dura derrota que sufrió el Gobierno Nacional, a raíz del rechazo del Senado de los pliegos presentados por el Presidente, se suma la renuncia de García Mansilla.
Cabe recordar que, la semana pasada el Senado rechazó con más de 40 votos los pliegos de Manuel García Mansilla y Ariel Lijo. Que habían sido presentados por el Poder Ejecutivo, para desempeñarse como jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Resulta que la decisión del Gobierno Nacional de nombrar a García Mansillo y Lijo como miembros de la CSJN, mediante decreto y sin la aprobación previa del Senado, no fue bien vista en el ámbito legislativo.
A pesar de que el Gobierno alega que actuó de esa manera por la demora del Senado en el tratamiento del tema, la decisión del oficialismo sería severamente cuestionada. El Senado decidiría pronunciarse en contra de ambos candidatos posteriormente. García Mansilla reunió mayor oposición y finalmente su candidatura sería vetada por 51 votos negativos. El Senado no rechazaba el acuerdo de candidatos propuestos por el Poder Ejecutivo para cargos judiciales, que requiere mayoría agravada, desde el año 1983.
La renuncia de García Mansilla
Es menester recordar que Manuel García Mansilla, quien había sido designado por decreto en comisión, ya había jurado para su cargo como miembro del máximo tribunal de justicia de la Argentina, sin la aprobación necesaria del Senado. Sin embargo, en las últimas horas ha decidido renunciar a su cargo, agravando la derrota política del Gobierno respecto a este tema, con una extensa carta dirigida a Javier Milei.
El Gobierno esperaba que García Mansilla permaneciera en la Corte Suprema de Justicia hasta el 30 de noviembre, en cumplimiento del decreto de designación. Sin embargo, Manuel decidió renunciar a su cargo, a pesar del pedido del Gobierno de resistir en su puesto. En su nota de renuncia, García Mansilla justificó su decisión de asumir como miembro de la CSJN por decreto, en comisión. Expresó que “la convicción de que la falta de integración de la Corte Suprema era un grave problema institucional que requería una solución urgente”. Pero luego de la amplia mayoría en contra de su pliego, el ex juez decidió abandonar su cargo.
Luego de esta sorpresiva decisión, el Gobierno vio derrotado su proyecto para cubrir las vacantes que tiene actualmente la Corte Suprema. Por lo que, la renuncia de García Mansilla agrava la crisis que enfrenta la Corte Suprema de Justicia, y pone en jaque al Gobierno Nacional. Ahora en Casa Rosada se debate si proponer nuevos nombres para los puestos vacantes en la CSJN o esperar a las elecciones legislativas de octubre y el recambio de bancas en diciembre, cuando cambie la composición de la Cámara Alta.
Mientras tanto, la Corte seguirá funcionando con tres jueces: Ricardo Lorenzetti, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, por lo que, deberá recurrir al sistema de conjueces-camaristas, en el que se convocan suplentes ante la falta de los miembros restantes para conformar mayoría en la emisión de fallos. García Mansilla advierte que esto aumenta la lentitud de la Corte y “afecta en concreto la actividad del Tribunal y, fundamentalmente, la vida de nuestros conciudadanos, que ven demorada la resolución de las disputas que someten a su decisión”.
La alternativa a la que apuesta el Gobierno
Tras la derrota legislativa y con García Mansilla fuera de la Corte, se impone la alternativa de que el Gobierno espere a diciembre. Cuando se produzca la renovación de ⅓ de la Cámara, en función de volver a intentar la votación de los pliegos presentados. Esto ya que el oficialismo no tiene en juego ninguna banca, por lo que solo puede sumar nuevas pero no perder las que ya tiene.
Apostar por proponer dos nuevos candidatos ahora es lo menos probable, aseguran fuentes de la Casa Rosada. Tras el rechazo de los pliegos, la renuncia de Garcia Mansilla y la creciente tensión entre el Gobierno y el kirchnerismo, el PRO y la UCR, en medio de la campaña electoral, el Gobierno apuesta a una estrategia segura. Proponer nuevos candidatos y conseguir la aprobación de los pliegos es algo que el oficialismo ve lejos de alcanzar en estos momentos. De hecho, consideran que avanzar con esa alternativa les generaría un desgaste mayor, tras las derrotas que viene sufriendo en este tema.

Por ello, el Gobierno apuesta a la campaña electoral, en función de conseguir nuevas bancas para La Libertad Avanza, y estirar el tratamiento de este tema para el mes de diciembre. El Gobierno debe asegurarse una victoria electoral, si desea la aprobación de los pliegos judiciales para la CSJN.
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