El pasado 31 de marzo, la Armada de EE.UU. publicó oficialmente una nueva Solicitud de Información (RFI) para el programa que derivará en la obtención de un entrenador avanzado de reemplazo para sus ejemplares T-45 Goshawk, resultando destacable en esta ocasión la eliminación del requisito antes estipulado sobre la capacidad de este nuevo diseño para aterrizar en portaaviones nucleares de la fuerza. Particularmente, se trata de la quinta ocasión en la que se da a conocer una RFI para este programa, la cuál prevé la adjudicación del contrato correspondiente para el año 2027.
Ampliando en algunos detalles, cabe destacar que la Práctica de Aterrizaje de Portaaviones (FCLP) tampoco se realizaría haciendo uso de pistas en tierra modificadas para simular las dimensiones de la pista propia de un portaaviones, limitándose los nuevos planes a solamente llevar a cabo la maniobra de aproximación sin llegar a tocar la pista. Recogiendo algunas declaraciones textuales: “Debido a los avances en los modos de aterrizaje de las plataformas operativas y en la simulación en tierra, el vehículo aéreo del UJTS sólo tendrá que realizar Prácticas de Aterrizaje en portaaviones para el despegue.”

La novedad no es menor, considerando que gracias a los mencionados avances en los simuladores de vuelo, los pilotos podrán formarse en tierra de forma prácticamente idéntica a la que anteriormente se llevaba a cabo en una aeronave. El mayor grado de automatización y digitalización de la plataforma de simulación, a su vez permite reducir costes y plazos de entrega asociados al nuevo entrenador avanzado, teniendo en cuenta que no será necesaria la integración de un tren de aterrizaje reforzado y un gancho de cola en su diseño.
En relación a la cuestión de la reducción de plazos para alcanzar la Capacidad Operativa Inicial, cabe destacarse que la más reciente Solicitud de Información publicada por la Armada estadounidense, se ha planteado la necesidad de que esta sea alcanzada en un plazo inferior a los tres años desde la rúbrica del contrato. Esto debe atribuirse a la urgencia con la que la institución busca sustituir a la antigua flota de aviones T-45 Goshawk actualmente en servicio, misma que enfrenta frecuentes problemas técnicos que limitan su operatividad, siendo muestra de ello la suspensión emitida el pasado 11 de marzo que ha dejado en tierra a la flota; esto a causa de que fueron hallados fallos en el motor Rolls-Royce Turbomeca Adour F405-RR-401 que propulsaba a una de las aeronaves.


Por lo pronto, medios locales recogen que el programa ya habría reducido su lista de candidatos a tres posibles diseños, a saber: el TF-50N impulsado por Lockheed Martin y Korea Aerospace Industries (KAI), el M-346 que es traccionado desde Leonardo en asociación con Textron Aviation Defense, y por último, el T-7A Red Hawk presentado por Boeing. El foco, sin embargo, estaría colocado también sobre las antes mencionadas capacidades de entrenamiento en tierra, el cuál a su vez se dividiría en cuatro puntos principales: Entrenadores de Vuelo Operacional, Dispositivos de Entrenamiento de Unidad, Entrenadores de Procedimientos de Cabina y Entrenadores de Aviónica de Escritorio.
Finalmente, pasando revista de algunos de los requisitos técnicos que el nuevo entrenador avanzado deberá cumplir, ha de resaltarse la decisión de integrar nuevos HUD y pantallas táctiles de gran tamaño en ambos asientos de la aeronave, las cuáles presentarían un entorno similar al que el piloto tendrá en los cazas F-35C y F/A-18 que podría pilotar una vez graduado. Además, se conoce que la nueva aeronave deberá ser capaz de alcanzar velocidades de hasta Mach 0,9 y ángulos de ataque sostenidos superiores a los 20 grados, mientras que a la vez se requiere que su estructura resista un factor de carga sostenido de 6 G y alturas de hasta 41000 pies. En suma a estas características, cada unidad contaría con pilones en sus alas capaces de integrarse con tanques de combustible externos y bombas de práctica Mk-76.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo
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