El presupuesto del Museo de la ex-ESMA cayó abruptamente en el 2024 y se estima que no hay fondos previstos para el presente año. El cambio de administración que se produjo en diciembre de 2023, cuando Javier Milei y Victoria Villarruel asumieron el mando del Poder Ejecutivo, impactó fuertemente en la política de derechos humanos y conservación de la memoria. De hecho, los sitios y espacios de memoria se vieron afectados por la falta de presupuesto y recursos.
En 2024, las partidas presupuestarias de estas áreas sufrieron una severa reducción. El caso más popular es el Museo de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), conservado como un Espacio para la Memoria y para la Promoción y la Defensa de los Derechos Humanos, tras haber funcionado como un centro clandestino de detención, tortura y exterminio durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983).
De hecho, según información oficial de la Oficina Nacional de Presupuesto, la partida presupuestaria destinada al Museo de Sitio ESMA sufrió una caída real del 88% en 2024, respecto del año precedente. La caída no solo fue por efecto de la inflación sino que también se podría decir que fue en términos nominales, a causa del recorte de fondos en el ámbito de la administración pública.
La caída del presupuesto de la ex-ESMA fue sumamente preocupante. Sin embargo, hoy en día el panorama es completamente diferente. El presupuesto dispuesto por el Gobierno Nacional para la ESMA, durante el presente año, es de $0. El Museo de Sitio ESMA no sólo tuvo un recorte de su presupuesto el año pasado sino que ahora deberá enfrentar un 2025 sin fondos. De no mediar ninguna modificación, el Museo y los otros espacios de memoria no contarán con los fondos necesarios para su funcionamiento. Por lo que, se dificultará el fomento de la promoción de los derechos humanos y la memoria colectiva.
Contexto e implicancias
El Gobierno Nacional ha manifestado, en múltiples ocasiones, su objetivo de reestructurar y reorganizar el Estado Nacional, sus empresas y organismos, en función de lograr la mayor eficiencia en el funcionamiento diario del aparato estatal. El recorte de fondos y de personal, como así también la reasignación de las partidas presupuestarias forma parte de este proceso que el Gobierno busca consolidar desde diciembre de 2023.
La política de promoción de derechos humanos, la memoria colectiva y la identidad nacional son cuestiones secundarias para la administración de Javier Milei, que ha establecido otras prioridades en su agenda de trabajo. La cual se enfoca principalmente en temas económicos, monetarios, de seguridad, defensa e inteligencia, donde las partidas presupuestarias se incrementan, por el contrario. Por lo que, no es de extrañar el recorte presupuestario que ha sufrido la Secretaría de Derechos Humanos y los espacios de memoria nacional, desde diciembre de 2023.
Sin embargo, esta cuestión no ha pasado desapercibida, despertando el descontento de algunos sectores de la sociedad y organismos del ámbito, que defienden la lucha de la memoria y la búsqueda de verdad y justicia. De hecho, Rodolfo Aguiar, Secretario General de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) expresó que “el Gobierno no solo ajusta bajando salarios o eliminando puestos de empleo en el Estado, pretende recortar la memoria activa de nuestro pueblo”.
La situación que enfrenta la ESMA y la Secretaría de Derechos Humanos este 2025 es crítica. El recorte de fondos, que fue total para el Museo de la ESMA, ya está afectando su funcionamiento y tendrá consecuencias, directas e indirectas, en cientos de puestos de trabajo. De hecho, ello ya viene sucediendo desde el año pasado. En el 2024, se realizaron varios despidos en el sector y se prevé que este año la cifra de despedidos se incremente, aún más.
Por ello, a inicios de año la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) realizó una movilización a la ESMA ante una posible nueva ola de despidos en la Secretaría de Derechos Humanos. En este sentido, Ariel Lijo, juez federal, le solicitó a la Secretaria garantizar “una dotación de personal capacitado para que el Espacio de Memoria que funciona en la Ex-ESMA permanezca abierto al público”.
Las áreas afectadas dependen del Secretario de Derechos Humanos, Alberto Baños, y del Ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, que están en la mira de la esfera pública. Pablo Llonto, abogado especialista en derechos humanos, explica que el ajuste y el recorte de fondos en estos sectores puede afectar severamente el desarrollo de los juicios por delitos de lesa humanidad.
El tema parece estar en agenda, luego de los intensos debates que se generaron en la campaña electoral del año 2023, donde algunos sectores políticos apelaron por “contar la historia completa” y negaron la cifra de 30.000 desaparecidos, que tanto ha marcado a la historia argentina. Tras una nueva conmemoración del Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, y las polémicas iniciativas de algunos legisladores que intentan borrar el pasado y la historia, el Museo de la ESMA y los espacios de memoria deberán descubrir qué camino seguir para preservar su existencia, sin fondos y sin recursos.
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