Con el objetivo de evaluar su rendimiento en condiciones extremas, la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) llevó a cabo una nueva campaña de pruebas en la Base Aérea de Anápolis durante febrero. En este despliegue, el Saab F-39 Gripen experimental (matrícula 4100) fue sometido a una serie de vuelos para analizar su desempeño con cargas externas en un entorno de altas temperaturas y gran altitud.
El objetivo principal de estas pruebas fue validar la capacidad del caza para operar en condiciones de 32°C y a 1.100 metros de altitud sobre el nivel del mar con una configuración de carga completa. Para ello, la aeronave fue equipada con dos tanques de combustible de 1.100 litros bajo las alas, además de misiles aire-aire de corto y largo alcance: dos Diehl IRIS-T de guía infrarroja y dos MBDA Meteor de guía radarica. En total, se llevaron a cabo 14 misiones de 35 minutos cada una, sumando 62 aterrizajes y ocho reabastecimientos en tierra en caliente (sin detener el motor), optimizando los procedimientos de eficiencia operativa.
Según Jonas Petzén, jefe de pruebas de vuelo de Saab, señaló que “Ya hemos realizado pruebas en ambientes cálidos, secos y húmedos, en Anápolis y Belém, pero con especial atención a las pruebas ambientales, es decir, a la capacidad del Gripen para soportar calor y humedad extremos. Ahora, estamos verificando la calidad del vuelo y la maniobrabilidad desde la perspectiva del piloto”
Dentro de los ensayos evaluados, se simuló un escenario en el que la aeronave con cargas externas, se aproximara para aterrizar mediante un viraje amplio y se alineara con la pista corta justo antes del toque. Inicialmente, los vuelos se realizaron sin carga externa, aumentando progresivamente el peso con la incorporación de los misiles y el llenado de los tanques externos. Estas pruebas complementan evaluaciones previas realizadas en entornos cálidos, secos y húmedos en distintas ubicaciones, como Belém y Anápolis, enfocándose ahora en la calidad de vuelo y la maniobrabilidad desde la perspectiva del piloto.
Además del desempeño general, las evaluaciones también pusieron a prueba el sistema de control de vuelo del Gripen, realizando correcciones drásticas en la fase final antes del aterrizaje para verificar las respuestas esperadas de la aeronave y validar el rendimiento del motor y el sistema de frenos bajo carga elevada.
Cabe destacar que no es la primera vez que se evalúa al Gripen en climas extremos. En noviembre de 2023 en la misma base, el Gripen FAB 4100 fue sometido a una prolongada exposición al sol en pista y tres jornadas de vuelos en temperaturas medias de 32°C, completando una hora de vuelo diaria.
Si bien el Gripen ha sido diseñado para operar en una amplia variedad de climas, la Fuerza Aérea Brasileña ha enfatizado la necesidad de garantizar su rendimiento en ambientes cálidos y de alta humedad, el cual fue un requisito clave del programa al momento de adquirir estos aviones, considerando la geografía de Brasil.
*Créditos de las imágenes: Saab.-
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