Según un informe del CIICTI, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) enfrenta una disminución de su presupuesto para este 2025; ante este escenario cabe preguntarse ¿cómo afectó la falta de presupuesto de este organismo en la reciente catástrofe de Bahía Blanca?
El Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIICTI) realizó una investigación de análisis presupuestario del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología. En ella, identificó que la ejecución presupuestaria del Servicio Meteorológico Nacional tuvo una severa caída durante el 2024, específicamente del 33,1%.
En sintonía con ello, el CIICTI asegura que el SMN enfrenta una disminución del 34,4% de su presupuesto para el presente año. La caída presupuestaria genera “deterioros extremos” en organismos científicos y tecnológicos de la Nación.
De hecho, es posible identificar que el Servicio Meteorológico Nacional se encuentra entre los organismos de ciencia más perjudicados y afectados, desde Diciembre de 2023. “El SMN en tan solo dos años perdió el 56,1% de su financiamiento”.
El impacto de la desfinanciación en ciencia y tecnología
La política de ajuste que ha llevado adelante la administración de Javier Milei comienza a impactar y afectar en el correcto funcionamiento de los organismos desfinanciados. Tal es el caso del Servicio Meteorológico Nacional con una pérdida acumulada del 56% de sus fondos.
El SMN ha ido adquiriendo mayor relevancia y protagonismo en la agenda pública, a raíz de las catástrofes climáticas que golpean a la Argentina, como consecuencia del cambio climático. De hecho, su papel fue fundamental en el temporal que azotó al Gran Buenos Aires en Diciembre de 2023.
Sin embargo, a pesar de ser un organismo con una fuerte exposición e importancia para la seguridad humanitaria y la salud de los argentinos, ante los efectos del cambio climático, el Gobierno Nacional decide continuar desfinanciándolo.
¿Las consecuencias en Bahía Blanca?
No caben dudas de que la reducción de fondos estatales ha impactado severamente a todos los organismos tecnológicos y científicos. Sin embargo, el caso del Servicio Meteorológico Nacional es diferente. La reducción presupuestaria del SMN coincide con la catástrofe de Bahía Blanca, que puso nuevamente al Servicio Meteorológico Nacional en el centro del debate público.
Las deficiencias en la infraestructura y la logística de alertas meteorológicas son evidentes, luego de lo que sucedió en Bahía Blanca. La capacidad operativa del SMN se ve limitada, ante la falta de fondos, lo que ha comenzado a verse impactado en su funcionamiento.
Con una disminución prevista del 19% del presupuesto de la Administración Pública Nacional (APN), la inversión en ciencia y tecnología está lejos de recuperarse en el corto y mediano plazo. Mientras tanto, la población sufre las consecuencias de tener un Servicio Meteorológico Nacional con menos fondos y menor capacidad de respuesta.
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