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Las exportaciones de armas de Estados Unidos aumentaron 43% entre 2020 y 2024, según datos del SIPRI

El comercio global de armamento ha experimentado cambios significativos en los últimos años, con un notable ascenso de Estados Unidos como principal proveedor mundial y una caída drástica de Rusia en el sector. El último informe del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI) revela que, entre 2020 y 2024, Washington capturó el 43% de las exportaciones de armas a nivel global, una cifra que supera ampliamente la participación del 35% registrada en el periodo 2015-2019.

Fuente: Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI) 2024 | 10 de marzo de 2025.

El incremento de las exportaciones estadounidenses se vincula directamente con la invasión rusa de Ucrania en 2022 y la creciente demanda de armamento por parte de los aliados europeos de la OTAN. Durante este período, Ucrania se convirtió en el mayor importador de armas del mundo, absorbiendo el 8,8% de las transferencias globales, lo que contradice en cierta medida su objetivo declarado de alcanzar una mayor autonomía en la producción de defensa.

Europa, que tradicionalmente destinaba la mayor parte de sus importaciones de armas a Medio Oriente, ahora depende cada vez más del suministro estadounidense. En los últimos cinco años, los miembros europeos de la OTAN han duplicado sus compras de armamento, y más del 60% de estas adquisiciones provinieron de Estados Unidos. Este cambio refleja no solo la necesidad de reforzar las capacidades defensivas ante la amenaza rusa, sino también la falta de una industria europea de defensa suficientemente desarrollada para satisfacer la demanda.

Estados Unidos presiona a Europa mientras crece la inversión en defensa

El creciente dominio de Estados Unidos en el mercado de armas ha generado preocupaciones dentro de Europa respecto a su dependencia en materia de seguridad. A pesar de las promesas de apoyo por parte de Washington, recientes declaraciones del secretario de Defensa de EE. UU., Pete Hegseth, han señalado que Europa debe asumir una mayor responsabilidad en su propia defensa, advirtiendo que Washington “ya no tolerará una relación desequilibrada que fomente la dependencia”.

En respuesta, la Unión Europea ha tomado medidas para fortalecer su capacidad militar e industrial. Los líderes del bloque aprobaron en marzo una serie de propuestas que permitirían la asignación de miles de millones de euros en defensa. Una de las iniciativas más ambiciosas incluye la disponibilidad de hasta 150.000 millones de euros en préstamos para fortalecer la producción armamentística dentro de la UE.

Un trabajador manipula proyectiles de metal en la planta de municiones del ejército de Scranton, en Pensilvania, en abril de 2024. Foto: Kevin Lamarque/Reuters.

Alemania, por su parte, considera un incremento del gasto en defensa por un total de 400.000 millones de euros, mientras que la Comisión Europea anunció un paquete de hasta 800.000 millones de euros en deuda para financiar adquisiciones conjuntas de armamento europeo.

A pesar de estos esfuerzos, Europa sigue enfrentando desafíos en términos de autonomía tecnológica. El caza francés Rafale, el sueco Gripen y el Eurofighter multinacional han perdido terreno frente al F-35 de Lockheed Martin, que se ha convertido en el avión de combate preferido por la mayoría de los miembros europeos de la OTAN. Asimismo, la región carece de sistemas de defensa aérea con la eficacia probada del Patriot de Raytheon, lo que refuerza la posición dominante de la industria estadounidense en el continente.

El colapso de la industria militar rusa y la diversificación de los mercados

Mientras Estados Unidos fortalece su liderazgo en el mercado global de armas, Rusia enfrenta una grave crisis en su industria armamentística. El informe de SIPRI destaca que las exportaciones rusas cayeron del 21% al 7,8% del mercado global en los últimos cinco años, una reducción drástica que se explica en gran parte por la invasión de Ucrania y las sanciones internacionales impuestas a Moscú.

Uno de los factores clave de esta caída ha sido el cambio en las relaciones de suministro de armas de países tradicionalmente dependientes de Rusia, como India y China. India ha diversificado sus proveedores, optando por acuerdos con Francia, Israel y Estados Unidos en detrimento de los contratos con Moscú. China, por su parte, ha desarrollado una industria de defensa más autosuficiente, reduciendo su dependencia de las importaciones rusas.

Foto: Rastreador UAWeapons.

El deterioro de la imagen del armamento ruso en el campo de batalla también ha contribuido a su declive comercial. La guerra en Ucrania ha expuesto las vulnerabilidades de los tanques y vehículos blindados rusos frente a armas como los misiles Javelin estadounidenses, lo que ha generado dudas entre los compradores internacionales sobre la efectividad del equipo militar de Moscú.

En contraste, las empresas europeas han logrado un crecimiento notable en el mercado global. Según SIPRI, las compañías de Francia, Italia, España, Suecia y Noruega aumentaron su participación en las exportaciones de armas entre 2020 y 2024, mientras que Polonia experimentó un crecimiento exponencial en su industria de defensa, multiplicando por 40 su cuota en el mercado internacional.

El auge de la guerra con drones y el futuro de la industria militar

Uno de los cambios más significativos en la dinámica de la guerra moderna es la creciente importancia de los drones y la inteligencia artificial en el campo de batalla. Ucrania ha liderado esta transformación, estableciendo en 2023 el objetivo de producir un millón de drones de primera persona (FPV). Para finales de 2023, el gobierno de Kiev había alcanzado la cifra de 1,3 millones de unidades y esperaba superar los 1,6 millones en diciembre, según datos del Ministerio de Defensa.

Ucrania lleva tres años enfrentándose a Rusia, impactando en las importaciones de armas. Foto: Deutschlandfunk.

El coronel retirado estadounidense Seth Krummrich, actual vicepresidente de Global Guardian, destacó que los avances en la guerra con drones podrían hacer obsoletos los ataques masivos con blindados tradicionales. “Los días de los ataques masivos con blindados de la Segunda Guerra Mundial están básicamente desapareciendo en esta nueva guerra impulsada por drones con inteligencia artificial”, señaló en declaraciones a Al Jazeera.

Esta evolución tecnológica plantea nuevos desafíos para Europa, que aún debe definir su estrategia de inversión en defensa a largo plazo. Mientras algunos expertos advierten que Occidente ha desperdiciado tiempo en fortalecer su capacidad industrial ante una guerra prolongada, otros ven una oportunidad para que el continente lidere el desarrollo de nuevas tecnologías militares.

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