Ante la creciente presencia de embarcaciones extranjeras, la Armada Argentina refuerza la vigilancia de la ZEE, mientras que el sector pesquero enfrenta su peor crisis en décadas.
La Armada Argentina compartió imágenes que muestran una abrumadora cantidad de flotas cercanas al límite que separa la Zona Económica Exclusiva de la Argentina (ZEE) de las aguas internacionales. Es por ello que las Fuerzas Armadas han estado intensificando sus operaciones y desplegando refuerzos en la ZEE, en función de combatir la pesca ilegal.
Mientras que cientos de flotas extranjeras, en su mayoría de origen chino, operan en el límite de la Zona Económica Exclusiva Argentina y pescan de manera ilegal; el sector pesquero argentino enfrenta una de sus peores crisis.
Un refuerzo más que necesario
Desde Febrero, se han estado desplegando misiones de vigilancia por la zona, a modo de control. De hecho, una de ellas identificó 380 embarcaciones pesqueras ubicadas frente a la Zona Económica Especial, siendo muchas de ellas provenientes de Asia. No es ninguna novedad que muchas flotas con bandera china han estado involucradas en prácticas de pesca ilegal y dañina. En efecto, hasta la Armada Argentina lo reconoce.
De tal manera, el Ministro de Defensa de la Nación, Luis Petri, asegura que la vigilancia marítima ayudará a “controlar y monitorear a la luz del enorme desafío que enfrentamos con la posible intrusión de embarcaciones pesqueras en nuestra zona económica exclusiva”.

La Armada Argentina ha podido identificar que varias embarcaciones pesqueras extranjeras apagan su Sistema de Identificación Automática, entiéndase su sistema de seguimiento, cuando pescan de manera ilegal dentro de la ZEE, para evitar ser geolocalizados y detenidos. Ante este escenario, el refuerzo de la vigilancia marítima y la presencia de la Armada resulta sustancial.
La República Argentina que, tiene soberanía absoluta en la Zona Económica Exclusiva y sobre los recursos naturales que allí habitan, está defendiendo estratégicamente sus derechos y protegiendo la economía local, que se ve azotada ante la magnitud de la pesca ilegal extranjera.
Una gran preocupación al respecto es el hecho de que según varios expertos, las prácticas de pesca que se desarrollan en el límite de la ZEE, estarían representando un alto riesgo para la supervivencia del medio ambiente y el ecosistema marino afectado. Así por ejemplo, cualquier tipo de impacto en el calamar, que tiene un papel clave en la cadena alimentaria de la vida marina argentina, afectaría a todo el ecosistema marino.
La economía local: un punto clave
A lo anterior, se le debe sumar el impacto que tiene la presencia de embarcaciones extranjeras en la frontera con la ZEE en el comercio local. Debido a que este se ve ampliamente afectado por esta realidad de crecientes embarcaciones pesqueras que operan de manera ilegal y dañina en aguas soberanas argentinas.
Mientras que la flota argentina autorizada para pescar en la Zona Económica Exclusiva consta de 75 embarcaciones, China tiene 550 embarcaciones pesqueras en la frontera con las aguas internacionales que por la noche apagan su seguimiento y operan ilegalmente en aguas argentinas.

Darío Sócrate, Director Ejecutivo de la Cámara Argentina de Armadores de Buques Pesqueros de Calamar, reconoce que este desequilibrio perjudica al sector pesquero argentino. De hecho, Sócrate identifica que los pescadores argentinos sólo capturan la mitad de lo podrían, a causa de la intrusión extranjera.
Crisis del sector pesquero
Todo ello afecta la economía local y pone en jaque al sector pesquero argentino, que según la Fundación Latinoamericana de Sostenibilidad Pesquera (FULASP) se encuentra en una crisis sin precedentes. Por tanto, se entiende que la cuestión de la pesca ilegal y la presencia de embarcaciones pesqueras extranjeras operando en la ZEE empeora la precedente situación de la pesca argentina, que se enfrenta a la peor crisis de las últimas cuatro décadas.
Según el estudio de FULASP, coexisten dos problemas. Por un lado, los costos de extracción y de procesamiento han comenzado a superar las ganancias; por otro lado, nueve de las diez especies principales de captura están en situación crítica.
Esta última cuestión resulta clave en este análisis, ya que puede vincularse íntimamente con la pesca ilegal extranjera que daña y erosiona el ecosistema marino. Los pesqueros argentinos son víctimas de los efectos colaterales de dichas prácticas.
La crisis que resulta de una combinación de factores económicos, tributarios, políticos y sociales azota al sector. Raúl Cereseto, Presidente de FULASP, dijo que “si no se toman medidas urgentes, la industria enfrentará una destrucción sin precedentes”.
La Armada Argentina aumentó su presencia en la Zona Económica Exclusiva, ¿será ello suficiente para detener la crisis del sector pesquero?.
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