El guiño de Donald Trump a Javier Milei aceleró los movimientos en la Cancillería argentina, que ya trabaja en una hoja de ruta para encarar un posible acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. El respaldo del expresidente republicano no pasó desapercibido en Buenos Aires, donde el equipo del canciller Gerardo Werthein comenzó a definir los pasos a seguir para estructurar una negociación viable con Washington.
“Consideraré cualquier cosa. Creo que es un gran líder. Ha rescatado a ese país del olvido. Sí, analizamos las posibilidades”, fueron las palabras de Trump al ser consultado sobre un posible tratado de libre comercio con Argentina. Estas declaraciones, sumadas a la buena sintonía entre ambos líderes en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), motivaron a la Casa Rosada a acelerar las gestiones para avanzar en el tema.

Fuentes del Palacio San Martín confirmaron que ya comenzaron las reuniones bilaterales para evaluar las opciones disponibles. No obstante, en el gobierno reconocen que un tratado de libre comercio, que implica largos procesos de negociación e intervenciones legislativas, no parece ser el camino más inmediato. En su lugar, el objetivo sería alcanzar un acuerdo comercial más flexible, con metas específicas y alcanzables en un plazo razonable.
La administración de Milei entiende que cualquier acuerdo con Estados Unidos requiere, antes que nada, resolver el dilema que plantea el Mercosur. El bloque, que en su momento se presentó como un motor de desarrollo regional, se ha convertido en una traba para la estrategia de apertura económica del gobierno argentino. En particular, la resistencia de Brasil, bajo el liderazgo de Luiz Inácio Lula da Silva, ha sido un obstáculo para flexibilizar las normas que limitan la posibilidad de acuerdos bilaterales con terceros países.
En el entorno de Milei sostienen que el Mercosur debe adaptarse a los nuevos tiempos y permitir que sus miembros puedan negociar acuerdos comerciales con mayor autonomía. “Los bloques económicos fueron diseñados para generar oportunidades, no para convertirse en barreras contra el progreso”, señalan desde Cancillería.
La postura del gobierno argentino contrasta con la de otros socios del bloque. Durante la reciente asunción del presidente uruguayo Yamandú Orsi, tanto el mandatario anfitrión como Lula defendieron la importancia del Mercosur, diferenciándose de la visión aperturista de Milei. Pese a las tensiones, fuentes oficiales anticipan que habrá movimientos en la estructura del bloque en los próximos meses.
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