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La decisión de Trump de no compartir inteligencia con Ucrania podría volver obsoletos los misiles Storm Shadow de Reino Unido

Frente a la reciente decisión de Donald Trump de no permitir que el Reino Unido comparta información de inteligencia con Ucrania, múltiples analistas consideran que esta medida podría afectar la utilización de los misiles británicos de largo alcance Storm Shadow. Los misiles desarrollados conjuntamente con Francia pueden alcanzar objetivos situados a una distancia de hasta 250 km, y son plenamente útiles para Ucrania en su guerra contra Rusia. 

Storm Shadow. Créditos: UK Gov

Pero la decisión de EE.UU. de bloquear el envío de información sensible a Ucrania podría tener importantes repercusiones en la utilización de esta capacidades, principalmente porque los Storm Shadow utilizan datos estadounidenses para alcanzar sus objetivos. Además, el Reino Unido ha prometido apoyar a Ucrania en su guerra contra Rusia, y la medida promovida por Trump impide que el respaldo sea plenamente efectivo. 

Además, las diferencias entre Trump y Zelenski, que quedaron marcadas en la historia luego de la discusión bilateral en la Casa Blanca, generó un efecto rebote en Europa. Los socios de Kiev comenzaron a apoyar aún más a su homólogo Zelenski, incluyendo el Reino Unidos. 

La dicotomía del Reino Unido: entre las decisiones de EE.UU. y el apoyo a Ucrania

Ucrania se ha valido del apoyo internacional para poder hacer frente a las amenazas que Rusia plantea en el campo de batalla. A grandes rasgos, sin el soporte militar y financiero de sus aliados, pocos avances podrían haberse dado frente al enemigo. 

Los Storm Shadow, por ejemplo, cuestan aproximadamente 2 millones de libras cada uno. El coste que significa para Ucrania tener que comprarlos por su cuenta es extremadamente alto, por lo que el apoyo del Reino Unido es crucial para continuar utilizándolos en el frente de combate. 

Trump y Zelenski. Créditos: CNN

En este contexto, el Reino Unido entra en una dicotomía: mantener el apoyo a su socio ucraniano y alejarse de la firme bilateralidad con EE.UU.; o seguir los lineamientos de Trump y cortar con la ayuda infalible a Kiev. A medida que el tiempo transcurre, el cuerpo diplomático británico se encuentra aunando todos los esfuerzos posibles para evitar tener que tomar una decisión drástica. 

Por ejemplo, el Secretario de Defensa, John Healey, busca mantener conversaciones cruciales con su homólogo estadounidense, Pete Hesgeth, para convencerlo de revocar la suspensión de la ayuda militar a Ucrania. Principalmente porque el Reino Unido, junto con otros socios occidentales, han compartido con Kiev múltiples conocimientos generados por Washington. 

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