El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, ha declarado que se están preparando para un guerra con China, en respuesta a las amenazas de represalias arancelarias por parte del gigante asiático tras la nueva política de Donald Trump.

La amenaza del secretario de Defensa de EE.UU.
Los comentarios de Pete Hegseth surgieron luego de una advertencia directa a Trump por parte de representantes chinos en Estados Unidos, quienes afirmaron: “Si lo que Estados Unidos quiere es una guerra, ya sea una guerra arancelaria, una guerra comercial o cualquier otro tipo de guerra, estamos listos para luchar hasta el final”.
El secretario de Defensa enfatizó que “la paz llega a través de la fuerza” y reafirmó que el país norteamericano está preparado. “Aquellos que anhelan la paz deben prepararse para la guerra”, expresó en una entrevista con Fox & Friends. Según Hegseth, este es el motivo por el cual la administración estadounidense ha estado fortaleciendo su ejército.
“Si queremos disuadir la guerra con los chinos u otros, tenemos que ser fuertes, y ese presidente entiende que la paz llega a través de la fuerza”, explicó.
La guerra comercial entre China y EE.UU.
Estas declaraciones tienen lugar después de que el gobierno estadounidense impusiera un arancel del 20 % a China, argumentando que el país asiático no ha tomado medidas suficientes para frenar el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos.
A pesar del aumento de la tensión entre ambas naciones, Hegseth aseguró que Trump mantiene una “gran relación” con el presidente chino, Xi Jinping. Sin embargo, recalcó que su principal responsabilidad es garantizar la preparación militar del país. “Mi trabajo como secretario de Defensa es asegurarme de que estemos listos”, dijo. Además, destacó la importancia de invertir en defensa, desarrollar capacidades avanzadas y reforzar la presencia en la región del Indo-Pacífico.
Por su parte, China anunció un incremento del 7,2 % en su presupuesto de defensa como respuesta a la creciente presión internacional. Esta decisión forma parte de su estrategia para modernizar sus fuerzas armadas.
Las crecientes actividades militares de China en Asia-Pacífico
En un discurso ante el Congreso, Trump anunció la implementación de más aranceles a partir del 2 de abril, incluyendo “aranceles recíprocos” y otras medidas no arancelarias destinadas a reducir el desequilibrio comercial acumulado a lo largo de los años.
Mientras tanto, China ha intensificado su actividad militar en la región de Asia-Pacífico. En los últimos meses, ha llevado a cabo maniobras con fuego real cerca de la costa australiana, ejercicios militares en las cercanías de Taiwán y Vietnam, y enfrentamientos con la guardia costera filipina en el Mar de China Meridional.
A esto se suma la revelación de que China está construyendo un nuevo portaaviones de propulsión nuclear, más grande y avanzado que cualquier otro en su flota, con el objetivo de competir con la capacidad naval de Estados Unidos.
La respuesta de China ante el gobierno de Donald Trump
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China emitió una declaración en línea, señalando que “cualquiera que ejerza la máxima presión sobre China está eligiendo al tipo equivocado y calculando mal”. Además, indicaron que, si Estados Unidos realmente desea abordar el problema del fentanilo, lo correcto sería entablar un diálogo en igualdad de condiciones.
Un portavoz chino rechazó las acusaciones de participación de su país en la crisis del fentanilo, afirmando que “Estados Unidos, y nadie más, es responsable de la crisis del fentanilo dentro de Estados Unidos”.
“Con espíritu de humanidad y buena voluntad hacia el pueblo estadounidense, hemos tomado medidas enérgicas para ayudar a Estados Unidos a lidiar con el problema. En lugar de reconocer nuestros esfuerzos, Estados Unidos ha tratado de difamar y echarle la culpa a China, y está tratando de presionar y chantajear a China con aumentos de aranceles.
“Nos han estado CASTIGANDO por ayudarlos. Esto no va a resolver el problema de Estados Unidos y socavará nuestro diálogo y cooperación antinarcóticos”.
Las contramedidas de China contra productos estadounidenses
A pesar de la supuesta “buena relación” entre Trump y Xi, las tensiones comerciales han vuelto a escalar, reviviendo el enfrentamiento que marcó los primeros cuatro años de la administración Trump y que continuó bajo su sucesor Joe Biden.
Menos de un mes después de asumir nuevamente la presidencia el 20 de enero, Trump impuso un arancel del 10 % a todas las importaciones chinas. En respuesta, China gravó con un 15 % productos como el carbón y el gas natural licuado, además de un 10 % a la importación de petróleo crudo, maquinaria agrícola y automóviles de gran motor procedentes de Estados Unidos.
Además, Beijing inició una investigación antimonopolio contra Google y añadió a PVH, propietaria de marcas como Tommy Hilfiger y Calvin Klein, a su lista de “entidades no confiables”. También impuso restricciones a la exportación de cinco metales raros esenciales para la industria de defensa y energía limpia.
Las decisiones de Estados Unidos también han generado reacciones en otros países. Canadá y México anunciaron su intención de tomar medidas contra Washington en respuesta a la política arancelaria de Trump.Con el conflicto comercial en aumento y las relaciones diplomáticas deteriorándose, el mundo observa con atención el próximo movimiento de las dos principales economías del planeta.
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