El ámbito militar y gubernamental enfrenta una amenaza creciente en el espacio digital: los ciberataques militares. Expertos advierten que los ataques contra estos sectores aumentaron significativamente en los últimos años, mientras que la inversión en ciberseguridad sigue sin equipararse a la de las capacidades militares convencionales.
El auge de la guerra cibernética
El impacto del cibercrimen alcanzó niveles sin precedentes, con consecuencias que trascienden las pérdidas económicas.
La sofisticación de los ataques cibernéticos generó repercusiones en el ámbito geopolítico, donde los hackers buscan infiltrarse en infraestructuras críticas para obtener información estratégica o interrumpir operaciones esenciales.
En este contexto, los expertos en ciberseguridad identificaron un incremento del 58% en los ataques dirigidos a entidades gubernamentales y militares. Este fenómeno es impulsado por grupos de amenazas persistentes avanzadas (APT, por sus siglas en inglés), que operan con métodos altamente especializados y, en muchos casos, cuentan con el respaldo de estados hostiles.
Las APT y su impacto en la seguridad nacional
Las APT representan una de las amenazas más serias para la seguridad nacional. Estos ataques se caracterizan por su planificación meticulosa y su capacidad de mantener un acceso prolongado a los sistemas infiltrados.
Sus principales objetivos incluyen la recopilación de inteligencia, el sabotaje de infraestructuras críticas y la interrupción de operaciones militares.
Un informe reciente de la firma de seguridad Group-IB revela que los sectores militar y gubernamental son los más afectados por los ataques APT, representando un 15,5% del total. Le siguen la industria manufacturera (4,8%), los servicios financieros (3,8%) y el sector de tecnologías de la información (3,5%).

Dmitry Volkov, director ejecutivo de Group-IB, explica que este crecimiento responde a las crecientes tensiones geopolíticas globales.
“Los grupos APT están utilizando operaciones cibernéticas como herramientas estratégicas. Las instituciones gubernamentales y militares manejan datos de alto valor, como estrategias de seguridad nacional, infraestructura crítica e inteligencia clasificada”, afirmó.
Ciberataques militares como herramienta de espionaje y guerra híbrida
Los conflictos internacionales intensificaron los ciberataques patrocinados por estados, especialmente en Europa y Medio Oriente.
Acceder a los sistemas militares o gubernamentales permite a los atacantes llevar a cabo espionaje, sabotaje y operaciones de guerra cibernética con el fin de obtener ventajas estratégicas en disputas geopolíticas.
Además, el hacktivismo con motivaciones políticas experimentó un auge, con ataques dirigidos a infraestructuras críticas para generar interrupciones y extraer información clave. Según Volkov, esta tendencia se convertió en una herramienta de presión utilizada por diversos actores estatales y no estatales.

Ciberseguridad: un pilar fundamental en la defensa moderna
Ante el aumento de amenazas dirigidas al sector militar y gubernamental, la ciberseguridad se posiciona como un eje crucial para la defensa nacional. Sin embargo, la inversión en este campo aún es insuficiente en comparación con los recursos destinados a las capacidades militares tradicionales.
“El ciberataque exitoso contra una red satelital en Ucrania y las crecientes amenazas a la infraestructura de cables submarinos demuestran la necesidad urgente de fortalecer la ciberseguridad a nivel global”, subrayó Volkov.
El avance de la inteligencia artificial y la digitalización de la guerra elevaron la importancia de la resiliencia cibernética al mismo nivel que las estrategias de defensa convencionales.
Algunos países ya tomaron medidas concretas. La OTAN, por ejemplo, estableció el Centro Integrado de Defensa Cibernética, mientras que Indonesia y Canadá han ordenado la creación de nuevas fuerzas cibernéticas especializadas.
La guerra cibernética ya está en marcha y las amenazas no harán más que intensificarse. En un contexto en el que ignorar la ciberseguridad es dejar expuesta la seguridad nacional, es momento de actuar con medidas contundentes antes de que sea demasiado tarde.
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